sábado, septiembre 25

Carta de Juan Donoso Cortés a María Dolores Pardo

La necesidad suya de revuelta natural me tiene sin control.

Mi propia guerra santa, mis propios demonios de oriente, mi dictadura interior, todo tiene un ayuntamiento en llamas, un Berlín sin control.

Me haces sentir cómo las multitudes aclaman a un nuevo tirano y cómo le entregan lo poco y más absolutamente mínimo que les queda: la libertad de poder comer sin vomitar.

No me malinterprete. No es asco, es pura entrañesa, es puro amor.

Arrastra tras de sí un montón de tripas mías. Mi hígado y mis riñones son tuyos para siempre.