sábado, marzo 6

Tormar la Ofensiva: Recuerdos de Madrid

Hoy en la mañana veía una película de Buñuel llamada Cet obcur objet du desir (1977) ante la falta de Claudia, mi profesora de inglés.

La primera escena se situaba en Sevilla, allí el protagonista compraba un boleto para el tren hacia Madrid y, como sería el leitmotiv de la película, ocurría una explosión provocada por una atentado terrorista del Grupo Armado Revolucionario del Niño Jesús.

El punto es que veía la película mientras bebía el pésimo café de los sábados en la escuela y las galletas del surtido rico, cuando llegaron unos cuantos flashazos a mi cabeza.

Me vi de nuevo en el aeropuerto de Madrid-Barajas mirándola fijamente. Me ví en la sala de espera a la1 de la mañana, esperando el vuelo Madrid - México de la aerolínea Iberia que habría de sepultar la única visita a Europa en mi vida.

Me vi de nuevo dejándolo todo por llenar mis bronquios de esos verdiazules. Carajo.

Luego me vi alejado, inmensamente alejado. Las doce horas más terribles. El mar atlántico era tapado por los ronquidos de un gran hombre moreno con sinusitis. Y ella, en las fila B, en el asiento 4. La imagen llegó a mi mente también cuando un cubano sentado a mi lado se quejaba del yogur húngaro que servían en Cubana de Aviación.

Ciudad de México, Aeropuerto Internacional Benito Juárez, 8 de la mañana. La fila para la aduana fue la línea final. La abracé, se deslizó, hizo una broma sobre mi estupidez y terminó todo. Como en un marasmo de hendiduras insaciables.

La película transcurrió con normalidad. En el laboratorio de idiomas no había ocurrido nada. Las mañanas de Cuajimalpa siempre son grises y ésta no fue la excepción, el popocatépetl se veía a lo lejos, como si en realidad, nada hubiera existido, ni los edificios, ni nada.





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