viernes, mayo 29

Como un pepino en el Man'en


[Imagen obtenida de http://www.kimbalanderson.com/images/mask.jpg]






pero hay un sólo problema:
tú tampoco eres calle
Calle 13
Yo no soy un amargado
yo más bien
me declaro un reverendo tristango

etiqueta noble para una tortuga destazada
a la orilla de un mar mugriento
llena de ebrios asándose las espaldas
llena de vómito mortal

¡Nimiedades Amor!

Aquí ni el león ruge cuando tiene hambre

aquí sólo un bandoneón
y tu aliento bastan

¿No hay forma,
en que esta brutal esencia
se vuelva rito
o se vuelva ciencia?

Cuando atrapado en las olas bermellón de la amargura permanezca
con un pepino
introducido en la entrepierna

cuando loco esté
admirando la marea de Shokoku
desnudo
colgando

tan amargo como un calzón mojado a medio morir
tan moribundo como un explorador antes de estrellarse

ahí

justo ahí

sí, y sólo sí es allí

me uniré a las hordas del hastío

Palabras que he aprendido en un grito silencioso o en el día 1 del Man'en

El declive de mi imaginación se podría traducir en un modelo exponencial...

cabio

estraperlista
hatajo
pienso
alero
rubicundez
mangar
orondo

sábado, mayo 23

Siempre que oigo el bandoneón

siempre que oigo el bandoneón me dan unas ganas de verte, in-con-men-su-ra-bles como las sílabas del árabe, cómo las uñas sucias de Dios.

Yo no sé que es lo que me pasa. Es como si se separaran mis metapersonajes

Uno, erecto por las olas, habría de concienciar sobre las semillas, el arado y la rueda infinita del Dharma

Dos,

domingo, mayo 17

Muere Benedetti

Supongo que una de las misiones más terribles del mundo es la de dar un discurso en un funeral, o, en todo caso, recitar una elegía.

Y es que ha muerto Benedetti, en fin, no diré más, sólo me remitiré a colgar uno de los poemas que más han destrozado mis tripas, estuvo allí, se lo dije y todo, todo, fue absolutamente perfecto en ese momento.

Nuevo canal interoceánico

Te propongo construir
un nuevo canal
sin esclusas
ni excusas que comunique por fin
tu mirada
atlántica
con mi natural
pacífico.




[Imagen obtenida de http://www.ua.es/webs/centrobenedetti/Imagenes/Benedetti_1.jpg]








y ¡puf! que se destruye todo

martes, mayo 5

Raúl y yo

Verstossen sei auf ewig,
Verlassen sei auf ewig,
Zertrümmert sei'n auf ewig
Wolfgang Amadeus Mozart, Aria "Der Hölle Rache kocht in meinem Herzen"
Una carta manuscrita, encontrada en el baúl de Raúl Demesio, muerto, revivido, autodestruido y muerto de nuevo. Tengo que confesarlo abiertamente, Raúl Demesio nació de mis testículos.

Yo no quería decirlo, no ganaba nada con divulgarlo, permanecía como un secreto acurrucado en mis enaguas sucias, metido en los más hondo de mis entrañas. Pero me ha dominado, ha dicho mis últimas palabras y las a vuelto a recitar todas.

Raúl Demesio no es alguien de quien me enorgullezca, no asume su calidad de metapersonaje, de algo efímero y absolutamente despreciable. Prefiere salirse de su maleta escrotal y contaminar hasta la última neurona lúcida que habita en mis sesos. Sale como un gargajo lleno de influenza en una calle atestada de niñas gritando por vestidos de quinceaños, se pega mugroso en mi ordenador y me muestra que tan defecable son los trending topics de la existencia.

He pensado que Raúl y yo no somos una dicotomía maniquea y cábula. Él es más mi producto de mercado, como un escaparate de liverpúl en pleno Insurgentes. Pero, a estas altural del partido, me da de un igual, yo no quiero trazar una nueva línea metaliteraria. Yo no me dejo vivir para que Raúl pueda tramar su literatura, su literatura no me justifica. Ni sus páginas, ni las mías son válidas, sus momentos de grandeza quedarán perdidos en el internet, quedarán muertos en medio mundo virtual. Soy yo, ésta multitud que me reclama, quien escribe esta página. La literatura apesta

Y así, en el centro de la pudredumbre, coloco el último poema malo de una millonésima parte del siglo XXI.


Cosas que importan: Poema al último poema malo de una millonésima parte del siglo XXI

Der Hölle Rache kocht in meinem Herzen,
Tod und Verzweiflung flammet um mich her
It's just la realidad
El mundo huele a guerra siniestra
y todos van directo hacia el precipicio


El poema se pierde cuando se moja
en orines

puedesexribir los versos más tristesexta noche
a mi la verdad no me importa

al-fin y al-cabo
hay un cerco sanitario ÷ nos.

¡ya sé!
Te propongo algo

Hagamos un nuevo [c]anal
sin exclusas ni excusa[2]
que comunique por fin
tu hedionda raya amoral
fétida
grosea
maltida
con mi natural
elemento cilíndrico
ovalado

puedexescribir tus dudas sartreburguesas en este mantelito de vips
lo doblaré en forma de grulla
y me lo introduciré por...

¡adivinaste!

¿no?, ¿aún no?

¡por el reverendo!
¡por el magnánimo!
¡POR DIOS!
¡POR LA PATRIA!

así es,
por el


A
N
O



Este poema se ha ganado
¡Niégemelo señor juez!

Un lugar
(tan sólo uno)

en los anales de la porquería misma
el corazón de la porquería

en los anales de usted cibernauta
en los anales de la vieja guardia testicular

se ha ganado un anal completo


¡Fétido poema Raúl Demesio!

¡Fétido como el rabo de un niño abandonado!

¡Fétido como los mocos de un rabioso!

¡Fétido como el encuentro azaroso de un paraguas y una máquina de coser en un hipervínculo en un blog!

¡Fétido como las costras de luz en el estigma de San Francisco!
¡Fétido como el Slam Poetry!


SE LE RECOMIENDA:

Deje de escribir de una vez
su literatura apesta
la literatura apesta
creemos en un sólo d-os
creador de Liz y de la güera neumática
creador de este poema
el último poema malo
de esta millonésima parte
del siglo XXI

Vladimiro el árabe (Guillermo Fadanelli)

Hace poco compré en un tianguis en el centro, a un librero con tapabocas, Compraré un Rifle de Guillermo Fadanelli. Aún no lo termino, pero sólo puedo decir una cosas sobre él: ¡Genial! Es un libro de cuentos honesto y directo, a la yugular. Uno de los relatos que más me ha gustado es el de Vladimiro el árabe, que, afortunadamente, fue publicado también en el blog de Fadanelli y lo reproduzco a continuación.



Vladimiro Pérez no es precisamente un experto en asuntos islámicos aunque él piense lo contrario. Sedentario por naturaleza, vive desde hace muchos años con su mujer y su hija en un modesto departamento que no le pertenece, un conjunto de cuartos viejos que renta a cambio de la mitad de su sueldo.
A pesar de ser una persona tolerante, su mujer está cansada de escucharlo opinar acerca de cuestiones que tan poco le conciernen a una familia mexicana.
- Jamás en nuestra jodida vida saldremos de este país.
¿Por qué tenemos que preocuparnos por pleitos ajenos?
- Si le sucede a la humanidad nos sucede a nosotros -responde Vladimiro oponiendo un rostro estoico a los comentarios de su esposa.
- ¿Acaso los gringos vinieron a ayudarnos cuando quisieron lanzarnos del departamento? ¿O es que nosotros no somos parte de la humanidad?
A Vladimiro le joroba escuchar reproches tan poco cerebrales. No comprende cómo es que la mayoría de las personas poseen una visión del mundo tan estrecha. Pasarse las horas revisando facturas en un modesto escritorio o cocinando para nuestros hijos no nos exime de lo que sucede en Cachemira o en Afganistán. Así piensa Vladimiro Pérez.
- Parecemos ratones con las narices metidas en nuestro agujero.
Después de que dos aviones comerciales derrumbaran las torres gemelas en Nueva York la vida de Vladimiro cambió. Desde entonces compró diariamente el periódico para no perderse los detalles de las investigaciones que los servicios de inteligencia estadounidenses llevaban a cabo para aclarar el asunto. Sorteando los problemas propios de un hombre que no cursó la preparatoria consumía ávido los artículos escritos por estudiosos en revistas que dedicaban la mayor parte de sus páginas al atentado. En las oficinas de la pequeña empresa Ventilación Monte Blanco comenzaron a tenerle respeto. Como Vladimiro no acostumbraba revelar los orígenes de su información, sus compañeros atribuían sus conocimientos a una sabiduría que le llegaba desde la cuna.
- ¿Crees que se desatará una guerra mundial, Vladimiro? -era una de las preguntas más comunes que solían hacerle en la oficina de la Colonia Narvarte. Entonces Vladimiro abandonaba su humildad acostumbrada, cambiaba el tono de su voz anodina y comenzaba con el sermón.
- La guerra ha comenzado desde hace muchos años, cuando los gringos quisieron hacer negocios con un petróleo que no les pertenecía.
- Ese no es un pretexto para matar a gente inocente -dijo el licenciado Argudín que desconfiaba de los conocimientos de sus empleados de menor jerarquía.
- Tampoco existen buenos pretextos para matar gente inocente en Afganistán -dijo Vladimiro. No se dejaría amedrentar por su superior. Menos ahora que los oídos de sus compañeros estaban atentos a la inesperada polémica.
- Es distinto. En Afganistán se preparan terroristas que después sembrarán el miedo en el mundo.
- No me parece un buen argumento, licenciado. En ese caso hubiera sido mejor bombardear Florida.
¿O no fue allí donde se prepararon los responsables del atentado? -los compañeros de Vladimiro aprobaron su razonamiento. No sólo porque les pareció convincente, sino porque tenían la sensación de que Vladimiro los representaba frente al licenciado Argudín, gerente y accionista de Ventilaciones Monte Blanco (Equipos y Refacciones).
- No le conocía sus inclinaciones comunistas, señor Pérez.
- Los comunistas no son religiosos, señor.
- Arabes o comunistas, qué más da. En México no se necesita leer el Corán para salir adelante. Con el trabajo y el talento basta.
- ¿Y qué me dice de nosotros, licenciado?
-Vladimiro había pronunciado el nosotros de manera automática-. Ganamos unos cuantos pesos trabajando durante todo el día. ¿O quiere decir que no tenemos talento?
- Yo creo en Dios pero no mataría a nadie en su nombre -Argudín prefirió ignorar las provocaciones de Vladimiro. ¿Desde cuándo un pinche empleado calvo cincuentón sin estudios se sentía tan chingón?
- No me va a negar, licenciado, que les pegaron reduro los ojetes, con sus propios aviones -intervino Artemio, el mensajero de la empresa. Argudín lo miró despectivamente: "¿También a éste le tengo que dar explicaciones?".
- Es un método muy primitivo. Allí tienen al árabe que intentó prenderse el zapato dentro del avión. Ja ja ja. No pueden compararse actos tan rudimentarios con los modernos cohetes nucleares dirigidos que utilizan las grandes potencias.
- Eso dice porque no caen sobre nosotros -murmuró entre dientes Artemio. Jamás se atrevería a contradecir al licenciado. Vladimiro, en cambio, volvió a intervenir:
- Señor Argudín, creo que se trata más bien de una victoria. Usted sabe que en las mezquitas donde se practica el islamismo uno debe quitarse los zapatos para entrar. Gracias a este terrorista ahora uno debe quitarse los zapatos en el aeropuerto para comprobar que no esconde explosivos. Los árabes han convertido los aeropuertos del mundo en mezquitas.
Argudín prefirió no continuar con la conversación. Con gesto sarcástico invitó a sus empleados a volver a sus labores. Ya en su privado se propuso jamás volver a entrometerse en discusiones delicadas. Encendió nuevamente el puro interrumpido la noche anterior, un Hoyo de Monterrey que comprara en unos cuantos pesos a un vendedor callejero. ¿Qué pensarían sus clientes si se enteraran que simpatizantes de árabes trabajaban en la empresa que los proveía de sistemas de aire acondicionado? ¿No era ése uno de los medios que los terroristas planeaban usar para propagar el ántrax? No le gustaba ese aspecto de mustio santón que estaba tomando a sus ojos Vladimiro Pérez. Quizás sería conveniente prescindir de sus servicios. Esto pensaba el licenciado Argudín mientras observaba a través del cristal de su apartado el movimiento cansino de sus empleados administrativos. En cambio, Vladimiro estaba radiante. Jamás se había imaginado ser capaz de enfrentar una disputa con tanto éxito. De haber continuado sus estudios -se animó a sí mismo- habría sido un magnífico abogado. Esa noche, durante la cena, contó a su familia los pormenores del enfrentamiento vespertino.
- ¡Otra vez la burra al trigo! -exclamó su mujer en franca hostilidad contra su marido
-A ver si los árabes nos dan de tragar cuando estés en la calle.
- Sí, papá. ¿Cómo te pones a discutir de eso con el licenciado Argudín? -añadió Rosalía, su única hija.
- Rosalía, entiéndeme. Tú eres joven...
- Y tú estás muy viejo para andar con esos asuntos de estudiante revoltoso -dijo su mujer levantándose bruscamente de la mesa para llevar su plato a la cocina.
Esa noche Vladimiro tuvo un sueño que cambiaría el color de sus próximos días. Se soñó a sí mismo entrando a la oficina del licenciado para conversar acerca de asuntos políticos. En el momento en que Argudín le ordenaba retornar a sus actividades, Vladimiro le arrebataba el habano para encender los explosivos atados alrededor de sus costillas que había ocultado bajo su abrigo. Los restos del licenciado flotaban en el aire azolvando los conductos de aire acondicionado. ¿Sería realmente ésa la descripción del sueño? Al menos para el modesto auxiliar administrativo lo fue. La mañana siguiente a su sueño se acomodó en la cabecera de la mesa repasando con la vista a los integrantes de su familia. ¿Qué podían entender ellos de la importancia de una revelación? Estaba tan contento que hizo lo que jamás acostumbraba en el desayuno. Pidió que le sirvieran un poco más de tocino frito en los huevos.

[Obtenido de http://fadanelli.blogspot.com/2004/07/vladimiro-el-rabe_14.html]

lunes, mayo 4

Canción escuchada en un pesero, en plena influenza, charlando con una señora no conocida

Encuéntrome yo en el camellón-mínimo entre dos gandes avenidas, con nombres de próceres del candor nacional, cuando llega una mujer a hablarme de los curas de hoy y de cómo los jóvenes mejor ni se acercan, "vayan a echarme un ojo" dicen que dice, pero el que la dejó abandonada en media avenida es amable, tranquilo, apacible y da buenos consejos. Subo entonces al pesero y ella sube y habla sobre la vida y la influenza y el rollo. El chofer hace rugir el magna sin y le sube a esta canción. Me da miedo, por un momento, luego pienso en este rollo loco de la vida.

A esa gran velocidad
El Haragán y Cía.

Voy a intentar una tonada
Que se parezca a Pink Floyd
Una dulce carcajada
Ahogada en humo y alcohol.

Lo que pasa es que es
Sólo un mal rocanrolero
Él es sólo un mal rocanrolero
Con las palabras amontonadas
Ebrias, locas.

El no respira, fuma
El no come, bebe
El no vive, muere.

A esa gran velocidad
Un impacto sería fatal
A esa gran velocidad
Un impacto sería fatal.

Morir así seria inusual
En un joven no es normal
Mi vida está en mis manos
Y Un descuido seria mortal.

Veo un camino en mi vida
No sé a donde va
No sé a donde va.

Voy a acabar esta tonada
Que es la canción de un perdedor
Esta dulce carcajada
Y cantar el ultimo rock.

Lo que pasa es que es
Sólo un mal rocanrolero
Él es solo un mal rocanrolero
Con las palabras amontonadas
Ebrias, locas.

A esa gran velocidad
Un impacto seria fatal...




viernes, mayo 1

Carta cerrada a la literatura testicular, a sus concursos y a sus líderes

¡Como me gusta Lucrecia!, la hija de don Fernando, ella por mí se anda, se anda, y yo, por ella también me ando, me ando... es de la pura emoción hombre.

La huatulqueña, versión de La Furia Oaxaqueña

Pasando Tlacamama una paloma dijo a mi oído:
Si vas a Pinotepa, verás que flecha tira cupido

Pinotepa, Chilena Popular



I
Estallában todas las trompetas en pleno Pinotepa Nacional
justo cuando en la borrachera de la costa se asaba el tasajo
Neftalí Reyes se quitó la máscara que lo aquejaba


¿Qué máscara lo aquejaba?

( )Nicanor Parra
( )Picanor Narra
( )Don Tavo y Paz




II
Soledad le hizo una jícara entera de tejate
Neftalí, mas bien, se hizo pendejo
esa noche había bebido aguardiente hasta por las nalgas
El blogueador se da cuenta de que, en realidad, Neftalí y Reyes no son la misma confabulación de pesonas.
El blogueador decide remitirse a un libro de Girondo para encontrar respuestas, no encuentra más que el desdén-poesía.


¿Existe una correlación estrecha entre la confabulación de personas y el que Reyes muerda los pezones de Neftalí todas las noches de luna nueva?
( )sí
( )no



III
Los patrones se repiten, el blogueador se da cuenta que la historia de Neftalí no ha sido más que un engaño, un diagnóstico-literatura al nivel de un quiz de feisbuc, no más. El bloguero se siente decepcionado de sí, de Neftalí y de Reyes, de ambos usando aceite de oliva como lubricante
cuando "giran la perilla", cuando "le dan cuerda al monito".

Ni Neftalí, ni Reyes son concientes de sus limitaciones como metapersonajes, no son más que la laca de la máscara mal hecha para que las polillas no se coman el antifaz.

Neftalí y Reyes se sienten poco conspicuos dada su naturaleza meta-guapachosa. La necesidad de una noche estrellada en Fiésole no es más que otra ex-cusa para que el lector-del-blogero se saque una chispa salivosa.

¿Neftalí y Reyes tendrán el alma llena de cumbia?
sí ( )
no ( )



IV

Y es que hay que decirlo, la naturaleza defecada de Neftalí y Reyes hacen que el bloguero se sienta.... se sienta.... como en un clavo, como en un nopal ORGULLO NACIONAL ¡PATRIA MÍA!, como que impotentoso, como que falto de un succionador decente con la foto de Jena Jameson en cartulina de colores.

¿La Revolución Rusa y los torniquetes que se introduce el bloguero mientras escribe son sólo resultado de una sociedad enferma?
sí ( )
no ( )
mi respuesta es supernatural ( )



V

-Oye, yo sí que tengo una pena bien honda
-Contáme
-La bandera de mi país no sale en el mapa

(Fidel Nadal y Mimi Maura)


¡NUEVO!
¿Cansado de mojar las hojas de su enciclopedia con sangre de su ano?
¡Agarre el almanaque de una forma no burguesa!
Con el nuevísimo
ALMANAQUE TESTICULAR INFLUENZADO


[La siguiente pregunta reside en el corazón del corazón]
( ) Como si tuviera 1000 soles en mi vagina
( ) Como si necesitara de una nueva refacción china de riñon
( ) Como si necesitara u
n
a

l
í
n
e
a

VI

Saludos desde África Central