sí, la entrada anterior fue el mayor intento por superar a la hoja en blanco (Parra), misma que me ganó.
ésta es una carta suicida -o manifiesto antidemesía-
Que te doy un peso y te miro.
Pero no haces nada.
Es igual es igual. Pero no digo nada más que la verdad y sólo la verdad.
Nel. Ni dices nada.
Pues por ahí dicen que eso es el mejor discurso.
Nel. Están tarugos. Como si no faltara penicilina o prozac –que se venden igual-
Pero no estamos tarugos. A mí me vale madre tu valium y tu prozac. Como a ti te vale madre mi poesía. Pero me vale madre que te valga madre y ese hecho no te vale madre.
Nel. Sí me vale madre. Es igual, ya cállate.
¿Ya ves cómo no te vale madre? Me intentas reprimir. ¿ya ves que eres una ardilla? Por eso mi trabajo es hacer que te ardas más y más. Y más y más. Y más y más. Y más y más. Y más y más. Y más y más. Y más y más. Y más y más. Y más y más. Y más y más. Y más y más. Y más y más. Y más y más.
No, ni puedes.
Ah ¿cómo no? Nada más, para que te limpies las chinguiñas:
O te mato o te mueres
Así
Sin más
O te mueres o te mueres
Y porque yo lo digo.
O porque alguien más lo dice.}}{{{{{[[
Igual te mueres
Así
No puedes ni acabar lo que
Emp zas e
Un día
Nel, eso está refeo. Es como una no sé. De no sé….
Ya ves. No no no no no no. Estás mál. Ahí te dejo unos poemas. Para que limpies tanta no sé de tu culo o boca. Como yo.
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