jueves, diciembre 28

Metalosa Maligna

- Oh, ¡me salvaste la vida!

- No podía haber hecho otra cosa...

- ¡Muchas gracias!

- No agradezcas por favor

- ok

- ¡Gracias!. ¿Sabes? Esto es como un sueño hecho realidad, salvar a la persona que amo.

- Mmm, pero...

- ¿Qué?

- Hubiera terminado la oración si no me hubieras interrumpido, si me hubieras dejado terminar. Esque ve, esto es complejo, y no me gusta pensar así...

- ¿Por qué o qué?

- Porque pues tú no me caes bien. Es decir, te agradezco mucho que me hayas salvado... Pero, no sé. No me entra la idea esa de 'eterno agradecimiento' y 'chida convivencia' con la persona que te salvó de las que se habla en los medios. En realidad muchas gracias...

- Te diría '¿no me podrías dar siquiera un beso o un abrazo?', pero me parece qe ya no. Con esa actitud la soledad te llegará muy pronto...

- ¿Ves? No estamos hechos el uno para el otro, y pues evidentemente no soy para ti. Realmente muchas gracias.

- Casi me arrepiento de haber salvado esta vida.

- Mira cómo me acerco a tí. Cómo voy colocando mis brazos alrededor tuyo. Cómo acerco mi cara y mi boca a la tuya. Mira, y siente, cómo te voy a besar. [ ] . Mira ahora cómo me separo, y cómo regreso a mi posición original. Y también, mira cómo estás sonriendo...

- Caracol, así no puedo dejar de amarte. Hasta me dan ganas de maldecirte por eso que acabas de hacer.

- Pero, ¿qué no era eso lo que querías? ¿Es que no sabes lo que quieres? ¿O es que sólo me quieres 'carnalmente'? Jajaja, deberías ver cómo haces tan aparente tu confusión.

- No te creí alguien capaz de hacer todo esto..

- Y ahora tratas de echarme la culpa de todo esto que te pasa. ¿Sabes? Creo que más bien yo soy demasiado para tí.

- No, yo me merezco a alguien mucho mejor. No, no me des la mano. No te acerques a mí, por favor. Deja de jugar conmigo y con mis sentimientos... pero es que es tan grandioso sentir tu presencia tan cerca...

Y por un largo rato se besaron.

viernes, diciembre 22

...

Tenía pensado ponerle de título debraye, pero sejoa caba de publicar uno así, ajjaja, nimodos, me gano...

La vida está recargada en un trozo de hierba, y algunas veces es inútil aferrarse a ella. Un ser humano ni siquiera es capaz de saber quién es, o si siquiera es, desgraciadamente, estás preguntas existenciales no te llevarán hacia ningún lado, pero son indispensables en cualquier existencia. Y no es por ser pragmático ni mucho menos, pero los pensamientos, no se alinean con los hechos, y tampoco con aquello que nos rodea. Lo que parece ser nuestro no es de alguien, y quien creemos que es, él mismo no lo acepta. Cuando no aceptas tu vida, estás dándole la oportunidad a alguien más de superarte, y no en un sentido universal, sino tan sólo subjetivo; y no por ser superado, tampoco eres menos para ti, pero sentirte inferior a alguien, te puede hacer sufrir demasiado. Si encuentras a alguien que te supere en todos los aspectos, habrás perdido tu condición única de ser humano, y buscarás cambiar, y conste que no digo mejorar, pues mejorar es algo natural, es algo que viene en nuestro código genético. Podemos pasar mucho tiempo sin cambiar, pero subjetiva e individualmente siempre mejoraremos la creación divina, o en todo caso, seguiremos sus reglas. Ahora, si buscas cambiar, y enfocas tu atención hacia algún otro ser humano, entonces estas buscando en el terreno equivocado, pues si dios no hizo contigo lo que esperabas hacer de tu vida, el problema es que no buscabas la “humanización”, y prefieres pertenecer a alguno de los otros reinos o dominios según la biología y sus “jerarquizaciónes”. Al referirme a ese hecho de individualización y unicidad, quiero aparentisar que no concuerdo con la idea utópica de que todos los seres humanos somos únicos, pues creo en que entre ustedes, habemos algunos que no somos seres humanos/ entre nosotros, hay algunos seres que no son humanos. Pues el empirismo que he explotado a lo largo de algún tiempo, desde que me creo conciente y superior, además que ignoro mis defectos y alardeo mis cualidades únicas, prueba que la sensibilidad a la que estamos expuestos algunas ocasiones no crea reacción, y los que la sienten/los que la sentimos, deben/debemos soportar la rigorización de lo sensible para llamar la atención. Con esto no digo que rechace el mundo en el que creo, y que tanta esperanza me genera, sino todo lo contrario, es decir, trato de aceptarlo y perdonarle sus insultos. Casos específicos son la muerte, la algarabía, la tristeza y la desinhibición, pues ninguna de ellas es ni por menos justificable o razonable en este planeta. Quizás es tiempo de revelarnos individualmente, y lo digo sin fines de lucro o de protesta, contra lo que no somos, pues de lo que podemos estar seguros, es que lo irracional es irracional, y de lo que nunca estaremos seguros es de la esfera que nos rodea y protege de los demás. Más allá de aquello, todo lo conocible y perceptible, es susceptible a críticas y auto evaluaciones-que en su mayoría por el bien del mundo son negativas, pues lo positivo es inmejorable y por lo tanto mediocre-pero de las que existe registro las positivas y que son justamente en las que no ha habido salvación, y por lo tanto, tampoco resurrección y mucho menos, principios y valores religiosos. Hacer las cosas es inevitable, mientras que no hacerlas, es la mejor solución a los problemas que hacer algo mal merece. Hablar y escribir, es tan sólo llenar el espacio que el que escribe o habla consideraba vacío, pero que en el triste caso que estuviese ocupado, eso mismo será sustituido por los pensamientos contradictorios y erróneos del que cree saber todo sobre el vacío. No hablar, es igual de intrascendente, pues algún día alguien ocupara tu lugar con sus ideas, ahora, que no es lo mismo, hacerte escuchar es de perdedores, pues no tienes la suficiente calidad para ser escuchado aleatoreamente, mientras que no buscar que la gente te escuche, es símbolo de necesidad de llamar su atención, por esto mismo, es mejor no hablar o escribir, y en todo caso, mucho mejor será no pensar, o no existir, aunque eso sea innato en nosotros, lo cual prueba que estamos condenados al pecado y el remordimiento. No existir es trascendente, pues todo lo que existe, alaba su cualidad única, mientras que lo que existe, es imperceptible por lo que no lo hace, por razones obvias. Sujetarte a las leyes y las reglas, es bellísimo, al igual que la poesía. Saludos…

miércoles, diciembre 20

Cepanda 2.1

Con motivo de los primeros 100 posts de este blog (así como también por el hecho de que exista Blogger Beta), presentamos Cepanda 2.1

Supongo que los cambios son evidentes, y bueno, ahora tenemos una manera más eficiente de modificar la plantilla y cosas así, por lo que pronto podremos poner cosas interesantes....

Ahí cualquier propuesta o comentario será leída y tomada en cuenta, para un mejoramiento.
Todo sea por el bien de la comunidad.

Sejo, un administrador

lunes, diciembre 18

Justino (Parte I)

Anteponiendo el pretexto de que Sejo era un mamón (cosa que a veces no niego), me permití un pequeño descanso ne cuanto a la aparición de mis letritas. En aras de buscar algo mejor para tan buen espacio en el que se ha convertido el presente, y con las nuevas ventajas del servidor, el cielo parece ser el límite. Presento aquí el preludio o planteamiento y el nudo de una historia que he traído en mi cabeza desde hace ya tiempo. Por cierto, me alegra que esta sea la entrada número 100.


Justino caminó con paso firme a través de los duros parajes del infierno café y árido en el que se habían convertido sus tierras hace ya mucho tiempo. Vió cómo el cielo derramaba sangre en una mezcla multicolor de rojos y naranjas, de cafés y azules. Extrañamente también de verdes y pardos.
Despertó de su viaje espiritual para ver el campo marrón extendiéndose bajo sus pies. Recordó como los años, la lluvia y la erosión habían pasado poco a poco por aquél páramo que en algún tiempo dió maíz, frijol y calabazas en abundancia. Vió de nuevo cuando su padre y él araban la tierra, buscando que cada zurco quedara perfecto, idéntico al anterior. Su padre decía que así era la vida, un constante paso de las situaciones y un sin fín de posibilidades para sembrar. No le importó mucho en ese entonces, ni tampoco le importaría demasiado ahora, a decir verdad jamás le importaron esas palabras. Justino no oía, no pensaba, estaba ofuscado por el profundo odio que le tenía a su padre. Era presa de una insasiable rabia hacia todo lo que él representaba, hacia cada uno de esos momentos en los que Justino tuvo que lidiar con él. Lo invadía el recuerdo de cuando él le impidió marchar a la ciudad a estudiar...
-Dios nos dió manos para trabajar la tierra, para sembrar y cosechar, para construir. Y no para estar rayando en hojas. Se aprende lo suficiente en el monte, en el río, no en cuatro paredes.- decía su padre siempre que él replicaba.
Justino vivió su vida en aquél lugar, alejado incluso de las demás personas. El pueblo quedaba a dos horas caminando, y sólo iba para conseguir algunos enseres imprescindibles que no se pueden conseguir directamente de la tierra. Sus hermanas lo recibían con suma impaciencia, por que les traía cosas que ellas jamás vieron. Le traía listones y telas, jabones y perfumes, dijes y pulseras. Todo lo que una carga de maíz pudiese comprar.
Aferrado a su idea de irse a la ciudad, Justino decidió escaparse cuando la oscuridad le diera refugio, era una noche calurosa y húmeda y las nubes rugían en su afán desesperado por soltar hasta la última gota en su implacable furia. La oscuridad invadió cada uno de los rincones de la tierra en ese momento lúgubre y gris. Sin embargo, por extraño que pareciera, la luna le sonreía.
Fue en aquella ocasión cuando su padre había tomado un té de azares, ya que el hombre sufría los problemas comunes en la gente de su porte y ocupación, que les impiden dormir. De ahí la posibilidad irrepetible de aquella noche sin estrellas.
Tomando unas cuantas calabazas de la mesa a punto de romperse, decidió lanzarse al abismo sin estrellas que se extendía hacia el infinito. Sus pies entraron en contacto con la oscuridad fuera de la choza de carrizo, sus pies chocaron haciendo un sonidito peculiar al chocar contra el barro. Caminado con calma, cuando creyó estar lo suficientemente lejos, corrió hacia el monte, como una liebre huyendo del cazador. Subió el monte. Cuando cerro se terminaba a sus pies, el cielo no soportó más y la torrencial ira cayó sobre él. No hubiera sido impedimento alguno el tener agua fresca cayéndole en la cara para olvidar el cansancio y el hambre de no ser por el suelo resbaloso, que se volvió imposible de andar. Cuesta arriba Justino comprendió el error de su ruta y decidió encontrar un refugio. Al no encontrarlo comenzó a andar más lejos, con más esfuerzo, en una obsesiva búsqueda de abrigo.
Finalmente, empapado y cansado, cayó rendido en el barro.
Oscuridad. El mar negro a sus pies. El suelo marrón. Vida. Luz. Esperanzas.
Despertó con dos grandes ojos café claro observándolo detenidamente, junto al sol de la tarde. Justino se levantó lentamente. Cabe mencionar que aparte de las muchachas del pueblo él jamás había visto a alguna otra mujer. Se preguntaba como en medio del monte una mujer hermosa elevaba su fino porte frente a él. Tenía rasgo delicados, de una raza de hombres y mujeres vistos pocas veces en aquellos parajes, una cara que proyectaba haber sido engendrada blanca y ahora lastimada por los rayos del tirano emperador de los cielos. Y aunque poseía una belleza enorme, su brazos y piernas denotaban el resultado de una vida entera de trabajo. No era muy alta, podría Justino facilmente imponerse poniéndose en puntas sobre ella. No era delgada, pero no carecía de esa silueta perfecta de las mujeres de su estirpe.
Justino no se atrevía a separar sus secos labios, mucho menos a pronunciar fonema alguno. Pasó un largo rato, o lo que él creyó fué uno o dos días enteros perdiéndose en sus ojos.
En aquellos ojos se podía observar aquellos atardeceres húmedos en la colina más apartada del mundo, como bajaba del cielo el ángel con su espada envuelta en llamas y le preguntaba altivamente, como si él conociera la respuesta, ¿quién eres?
Al abrir su mente, o cerrarla, a la realidad perceptible, Justino escuchó pronunciadas las mismas palabras, pero con una voz dulce, que vibraba con el viento, las mismas palabras que el ángel.

martes, diciembre 12

Santa abuelita

Esta era una época de navidad, con nieve, supersticiones y muchos deseos por cumplir.
Corría el tiempo en un año de vacas gordas y gente contenta, en el que había habido todo lo que un pequeño pueblo en el norte del país, entendía como prosperidad. Excedentes agrícolas, salud, familias fértiles en donde nacían niños llenos de vida y los más grandes crecían hasta convertirse en adolescentes maduros. Incluso los problemas con los pueblos vecinos se transformaban poco a poco en remanentes del pasado, difíciles de olvidar pero fáciles de sobrellevar.
En el centro del pueblo, en una casa digna de un cuento de hadas, vivía una mujer cuyos años se podían contar con las patas de una pareja de cien pies. A pesar de su larga edad, en sus ojos se distinguía una inevitable alegría. Llena de recuerdos hermosos a lo largo de su vida, misma que le entregó desde hacia 20 años a la tranquilidad de aquel pueblo. Para olvidar la aventura y la inestabilidad, y transformarse en la abuelita dulce y tierna que apapacha con galletas y cuentos a cual ser humano acepte una invitación a su casa. Su cabello era tan blanco como la raya más blanca de una zebra, su piel estaba muy arrugada, pero presumía haber sido suave y tersa en algún momento de la historia. Seguramente, en los mismos años que esta señora recorrió de cabo a rabo nuestro planeta, descubrió lugares hermosos, gente asombrosa, y pasó momentos inolvidables, de los que aprendió a vivir y ser una mejor persona. No estudió en una escuela de las que enseñan a leer y escribir, como ella misma dice, aprendió de la mejor maestra: la frustración y el arrepentimiento, en la mejor escuela: el planeta entero, y con los mejores y peores compañeros que un alumno puede tener: los seres humanos. Ahí, descubrió las envidias y los miedos, la amistad, el sufrimiento, la felicidad y uno de esos días el amor. A este último, lo supo entender particularmente, pues lo dejo ser libre, le dio el tiempo que necesitó, y cuando fue necesario, lo tomo como al toro por los cuernos y lo disfrutó, como pocas personas lo han hecho en la vida, como su mirada la delataba, lloró y sonrió como nunca lo había hecho, y nunca lo hará. Así vivió mucho tiempo (incontable en palabras de quien no ha estado enamorado) hasta que entendió que el amor es como comer un helado: si lo descuidaba se le iba a deshacer y si lo comía necesitaría pedir más, así que lo aventó desde lo más bajo que encontró, para ni siquiera arrepentirse al verlo caer. A partir de ahí su vida, sin duda alguna fue diferente, según muchas personas, comenzó a perder sentido, pero yo prefiero decir que a partir de ahí, entendió el sentido de su vida y hacia donde se dirigía. Nunca perdió la vitalidad, pues todavía se permitió romper el record de hombres sodomizados y corazones rotos, en los que no me cabe la menor duda, hubo uno que otro de sexo (si es que el corazón tiene sexo) femenino. Incluso ahora que se entregaba a la parsimonia, nunca dejaba de mantenerse activa, hecho que sin duda la mantiene viva en este frío de los mil demonios. Cuenta que cuando llegó aquí, no dudo un minuto en que debería morir en esa casa que a los pocos días que llegó, le compro a la desesperada vendedora por la insignificante cantidad de un cuento de abuelita. Y a partir de entonces, es lo que la hace famosa y por lo que le perdonan el prefijo de bruja a su nombre que, nadie sabe a ciencia cierta cual es, pues cada que lo preguntan, responde que “dios es el único que tiene derecho a llamar las cosas con un nombre, y nosotros debemos resignarnos con dirigir la mirada y esperar que se cruce con la de la persona a quién nos dirigimos.”Con este tipo de contestaciones, no dejaba de ser enigmática, a pesar del respeto y la admiración que chicos y grandes en el pueblo le profesaban, pues siempre que alguien necesitó ayuda, con los ojos cerrados se la brindó. Así mismo, la gente la ayudaba la ella, y no porque le debieran un favor, sino por el agrado y simpatía que les causaba. Le regalaban todo lo que necesitaba para vivir, que por cierto no era mucho, pero debido a la prosperidad ya mencionada que sufrió el pueblo durante el año, la gente se permitió darle más de lo acostumbrado; aunque sabían, que no lo utilizaría para ella, y como Robin Hood, regalaría lo que no necesita a los niños, quienes eran su adoración.
Los días pasaron, y cada vez se acercaba más el ansiado día 24, dedicado desde siempre a convivir con los parientes, amigos y hasta los enemigos. La gente reventará en felicidad, comida y relaciones interpersonales. Los niños estrenarán juguetes, ropa y algún afortunado, casa. Los ancianos se llenarán de nostalgia y melancolía por los años del pasado, y buscarán dejar el legado que no han logrado en quienes los rodean. Desgraciada, o afortunadamente, no todas las personas veían este día de la misma manera, pues aunque ya les dije que nuestra abuelita era muy querida por todo el pueblo, a la hora de estar con la familia, no había de otra, la gente debía olvidar las constantes durante todo el año, para hacer algo extraordinario. No podía concentrarse en algo tan rutinario y monótono como atender a esa viejecita, sería como restarle importancia a la navidad, o peor aún, como aceptar que no tienes con quien pasarla… Y por su puesto que nadie, en esta época en que se permitirían presumir con los parientes lo que se tiene, y lo que no se tiene pero se anhela, pasaría la navidad con una abuelita que no sabes ni siquiera de quién es abuelita. Entonces, lo más probable, es que quien no vive en un lugar junto a su familia, o peor aún, quien no tiene familia, se pasará la navidad de una manera particular… sola.
Pero no debe usted (lector) compadecerse de nadie, pues para que lo sepa, estar sola es lo que menos le preocupa a la señora, pues puede dedicarse a preparar los dulces y los cuentos del próximo año, así como tener un momento de relajación para pensar en lo que no fue, y en lo que no debió haber sido en su vida, en lo que supo y en lo que no, en las tristezas, en la gente que no la acompaño a su viaje, en el amor no correspondido de adolescente, en el imposible de adulta y en el acumulado de vieja. Tal vez en una de esas, le escurriría una lágrima, pero una solamente, y con ella, le bastaría para llorar plenamente, para desahogarse de todo lo que arrastraba con los años. Una gota, será el drenaje justo a una vida plena, pues la señora hasta llorar, ha aprendido con los años. Después, arreglará su árbol, con esferas y luces, preparará un platillo para ella sola, y cuando haya terminado, se irá a dormir como cualquier otro día, con su camisón regalado y sus pantuflas rotas.
Por la noche, la despertó un ruido en su sala, mismo que al principio trató de ignorar por el sueño que tenía, pero pronto se intensifico hasta levantarla de su cama. Sabía bien que era inútil levantarse, pues en dado caso que fuera un ladrón, una viejecita no podría hacer nada. Pero eso de los ladrones, era de otras épocas y otros lugares, aquí no se escuchaba de ellos, y por eso le intrigó tanto el ruido. Cuando llegó a la puerta de la sala, alguien y algo la sobresalto, el alguien, fue un hombre vestido de rojo, con barba blanca y una caja de regalo en las manos, misma imagen que la inocencia de la viejecita le recordó al mítico Santa Clous, mientras que el algo, fue el hecho que ese hombre, quien quiera que fuese, estuviese dentro de su sala, junto al árbol de navidad que unas horas antes había terminado de arreglar. Nunca dudo en la existencia del espíritu navideño y esas cosas, pero sin duda, sus años de experiencia le decían que era poco probable la existencia de la filantropía en un hombre que dormía todo el año, y tenía como transporte un grupo de renos. Pero estos prejuicios no impidieron que derrochara su amabilidad, así que le dijo:
- Buenas noches buen hombre, ¿hay algo en lo que le pueda ayudar…?
- (con un acento nórdico) Pues si mujer, yo que más quisiera, pero no estoy seguro de que usted pudiera…
- Pues yo no estoy segura ni siquiera de quien es usted y lo que hace en mi casa
- Ahh, claro, lo ciento mi nombre es Papa Noel, y pues vine a dejarle un regalo a su casa, pues yo creo que esta cerca su muerte, y antes que se vaya me gustaría darle el regalo de navidad que a todo humano le corresponde una vez en su vida.
- (incrédula) Quiere decir, que usted… ¿es el popular santa clous que lleva regalos por la chimenea, a los niños bien portados?
- Pues si, al parecer si, soy el, pero no hago eso que usted dice. Mi trabajo es un poco menos pesado, pues como muchos adultos saben, los regalos periódicos –cada año- los hacen los padres, de acuerdo a su posición económica y todo eso…
- Pues sí, eso creía yo…
- Y lo hace bien, pero creo que entonces ha vivido ignorándome, pues como ya le dije, yo no llevo regalos todos los años a la misma persona, de hecho, sólo entrego un regalo en la vida de cada ser humano.
- ¿Quiere decir que cada humano, en realidad recibe alguna vez un regalo del mismísimo Santa Clous?
- Pues si, al parecer…
- ¿Y este año me toca a mí?
- En efecto mi señora…
- Bueno, pues que esperamos, permítame abrirlo…
- Aquí tiene…
La señora abre fácilmente el regalo, esta muy emocionada, se pregunta que clase de regalo recibe un ser humano de su edad, por parte del hombre vestido de rojo. Cuando lo ve, se impresiona tanto, que sus manos comienzan a temblar y voltea a ver al hombre…
- Es un arma…
- Si, es de lo que yo quería…
- ¿Para que quiero un arma? (pregunta nerviosa)
- Discúlpeme, es que…
- No, por favor no me diga que es para matarme… Aún soy muy joven, o bueno… no, no soy joven, pero estoy llena de vida, hay tantas cosas que quiero hacer, prometo dejar este pueblo si es necesario, y dedicarme a algo más productivo, algo en lo que ayude a los humanos y …
- No, por favor no se exalte, no es para matarse, y no tengo nada en contra de su vida, es totalmente diferente, por favor, escúcheme…
- Ahh (aliviada) Que bueno, estaba muy espantada… pero, sigo sin imaginarme para que podría yo querer un arma.
- Usted no la quiere, soy yo quien no sólo la quiere, la necesita… Veamos, seré sincero… (un minuto de silencio) Quiero que me mate
- ¿cómo?
- Si, le traigo esa arma para que me mate.
- Un momento, ¿ese es mi regalo?, un arma para matar a Santa Clous…
- Pues si, disculpe usted las molestias, pero es que no puedo más, no me gusta hacer míos los problemas de la gente, además muchas veces la gente no aprecia lo que les regalo, prefieren los muñecos de acción, los coches del año, la salud, la paz mundial que las cosas que yo regalo… y eso poco a poco me ha desgastado, creo que no soy muy necesario, por ejemplo, vea usted el regalo que le acabo de traer, es una estupidez, dígame si no prefiere cualquier regalo anterior. Eso es una prueba firme de que mis regalos no valen nada…
- Pero, debe haber algo que haya gustado de tus regalos…
- No, estoy seguro que no lo hay, y he probado de todo, monedas de diez centavos en la calle para que las encuentren el día de la navidad y les de suerte, patas de conejo recién cortadas. He regalado horas de tráfico en el día 24 para que la gente pase horas en el coche con su familia, filas extensísimas para que la gente piense bien en lo que esta apunto de comprar, y nada de eso les gusta. Incluso, he regalado desigualdad entre la gente, para que se hagan concientes y unan esfuerzos por mejorar el mundo, pero nada funciona. Es por eso que quiero que me mates…
- No puedo matar a Santa Clous…
- Es que yo no soy tal, la gente no me reconocería si supiera lo que en verdad soy, me odiarían… Seamos sinceros, no soy lo que la gente espera como un redentor…
- Pero no entiendo porque te quieres matar, si es por la decepción eres un cobarde…
- Pues tal vez si lo sea, y a decir verdad, nunca me ha gustado mi trabajo, porque la gente nunca es completamente feliz, y mucho menos con lo que yo les regalo, tan sólo necesitan los regalos de sus amigos y familiares, eso es lo que a lo largo de su vida los ha hecho felices. Ya hago esto como una penitencia, no lo disfruto, y como ya te dije, he perdido el hilo de lo que la humanidad quiere. Así que no sirve de mucho tener a un Santa Clous como yo… Mire, si me mata ahorita, nadie se dará cuenta, pues usted es el ejemplo perfecto de que ha vivido tantísimos años si un regalo mío, y aún así es feliz… Por piedad, ya mateme!!
La señora toma el arma, asesina a santa clous se queda pensando en el arma que tiene en la mano, le parece terrible, enciende la chimenea y la quema. Después, se va a dormir con el peor sabor de boca que le ha quedado después de una navidad.

Moraleja: todos recibiremos alguna vez un verdadero regalo de n

sábado, diciembre 9

cinq

- ¡Mira esa montaña de pelo!
- Wow, ¡es gigante!

Young sejo y Young Ella* se dirigieron corriendo a eso que señalaban. Estaban en un bello campo, hecho por alguno de esos buenos dibujantes de anime. La montaña de pelo en cuestión, consistía en una altura y un diamétro de como cinco metros.

- ¿Por qué estará aquí? - dijo Ella
- No sé.. - respondió él - pero ve, ¡parece que está viva! ¡Ha dejado un rastro atrás de sí!

Y en efecto, había un rastro atrás de la montaña. Un rastro, que entre más se alejaba de la montaña, se hacía mucho menos ancho, sin ser un efecto de la perspectiva. Young sejo y Young Ella siguieron ese rastro por cinco kilómetros, hasta que descubrieron que el origen del camino hecho en el pasto era un agujero de unos cinco centímetros de diámetro.

- ¡Seguro alguien hechizó a ese pobre animal! - dijo Young Ella, al observar que varios pequeños roedores lloraban y buscaban desesperadamente a alguien, seguramente otro individio de su especie.

Corrieron de regreso esos cinco kilómetros que habían recorrido de ida. Intentaron entrar a la masa de pelo, pero las varias^ toneladas de peso se los impedía.

- ¡Tenemos que ayudarlo! - decía Ella, y Young sejo asentía como hipnotizado. Con espadas empezaron a cortar el pelo, que volaba por el aire, que hacía enormes nubarrones, y que oscurecía el ambiente. Después de cinco días, lograron llegar al núcleo del cúmulo. Exhaustos, se acercaron lentamente para recuperar al roedor.
Iban cabizbajos, de la mano, con un fondo café por el pelo disuelto en el aire.
Grande fue su sorpresa al ver al roedor de cerca, porque lo encontraron muerto. Young Ella lloraba y lloraba, y sus lagrimas no revivían al animal. Young sejo sólo la abrazaba, dándose cuenta de la crudeza de la realidad.

De pronto, el roedor empezó a brillar...

y explotó.






* así como Young Link es la versión "chibi" de Link... Young sejo es la versión "chibi" de sejo y Young Ella es la versión "chibi" de Ella, jaja

^exactamente, 5 toneladas

miércoles, diciembre 6

Es pino

Estamos nosotros - mis amigos, mi subconciente que es una de ellos, y yo - observando lo que pasa.
Está ese wey, hablando, motivándose tal vez, para darle ese objeto orgánico a Ella.
Está Ella, bella como siempre, trabajando y seguramente haciéndole un bien a la humanidad.
Está el tiempo, solamente pasando, transcurriendo, goteando.

Nosotros seguimos observando, nos desesperamos. 'Ya que se la dé, mejor que se rompa tu corazón rápido. Y podemos grabarlo', me dicen.
'CómpraLe otro de esos objetos orgánicos, que tratan ilusamente de igualarLa en belleza', me dice Martel -mi subconciente-, y obedezco.
'Voy a conseguir una de esas cosas', digo yo, y me voy.

--- Espacio de tiempo irrelevante para la historia---

Voy regresando, y veo a ese wey preparado, dirigiéndose a Ella. Empuña su bella -pero no tan bella como Ella- arma, y yo igual. Vamos a luchar. Y como dice Darwin y el otro wey (y no 'ese wey'), sobrevivirá el más apto.
Me le adelanto, La veo, me ve.
'HolaA!', le digo.
'Hola!', me dice.
'Para demostrarte mi amor hacia Ti, te traje este pequeño regalo', sonríe, sonrío.
'Oh, muchas gracias!' Nos abrazamos, y me despido: 'Nos vemos luego!'.

Me reúno con mis amigos. Vemos lo que hace ahora ese wey. Se acerca a Ella, y le habla. Con un Zoom In de audio, escuchamos.
'HolaA!' le dice él.
'Hola' le dice Ella.
él habla, le da vueltas al asunto, y finalmente dice:
'Para demostrarte mi amor hacia ti, te traje este pequeño regalo', él sonríe, Ella no tanto.
él le dice: 'ya que llevamos tanto tiempo conociéndonos y queriéndonos, ¿quieres ser mi novia?'
Ella responde: 'eso sería interesante, pero no gracias. Mejor búscate a otra, aunque no sea tan grandiosa como yo, porque yo no te querré como tú me quieres, mi corazón está entregado a otra persona, y eso viva me mantiene'

'Qué frase tan contundente', yo digo, y recuerdo esa calificación reprobatoria.

Entonces la historia se acabó, y fuimos felices para siempre.

lunes, diciembre 4

la basurita

Panda, ya escribe, no seas sentido....
EN mi examen de lenguaje, no tuve ninguna falta de ortografía, asi que hoy estoy lleno de felicidad propia y decidí no pasar por word y su apestoso corrector de ortografía este escrito, pues confio casi plenamente(mm) en mi. (del de trigonometría prefiero no comentar más que esto).



-Pues si, yo creo que deberías dejar d epensar en ella, al parecer sólo te ocasiona tristeza.
-Lo sé, pero es inevitable, hasta he llegado a pensar que la quiero como a mi.
-Está bien, perdona el comentario, pero no es necesario que llores...
-No estoy llorando!
-Claro, olvide que orinas en público por los ojos...
-No te hagas el chistoso, es que se me ha metido una basurilla en el ojo izquierdo...

Un parrafo después, la "basurita" lloraba por el calificativo que el escritor y el afectado le habían dado a su existencia. "Tanta maldita arrogancia de ese gignatón... no hay derecho" se decía. "Cree que proque soy pequeña merezco menos respeto que los demás, cree que mi tamaño es sinonimo de mi improtnacia" lloriqueaba como un bebe sin chupon. La criaturita, estaba en verdad desecha, le dolía lo que estaba escuchando como si estuviera enamorada. Mientras el hombre, continuaba maldiciendo:
-Cómo es posible que con su idiotez de tamaño me cree tanta molestia, ¿quien demonios merece joder mi vida de esa manera?
Si la criaturita hubiese podido, habría pedido disculpas, pero era muy penosa para hacerlo. Quería salir del ojo, y dejar d emolestar al hombre, pero era tan pequeña y falta de carácter. Si por ella fuese, incluso desaparecería dela faz de la tierra, sin dejar siquiera la molestia de un ojo "abasurado" en los que la habitan. Entriztesida, y atemorizada de sentir colera por los demás, dejaba que el tiempo pasara, ya vendrá el momento de ser feliz (sollozaba). "no es que la vida sea injusta conmigo, es que me esta guardando un cúmulo de felicidad para hacerle lo que yo quiera. PEro apesar d elo que su boca decía, su alma no lo creía en verdad, sabía que estaba condenada a ser infeliz, y lo único que le quedaba era resignarse. Al poco rato, vio como algo la arrogaba del ojo donde estaba.
Sintió tanto alivio, que hasta respiró un poco de aire(cosa a la que no estaba muy acostumbrada por su desgana). A los pocos sgundos cayo al suelo y se dijo: por fin, he dejado de dañar al mundo, creo que me siento mejor. DEsgraciadamente, como ella bien lo sabía, estaba ocndenada a estorbarle la vista a cuantos seres vivos la naturaleza, con su arbitrariedad y aleatorios procesos, quisiera.

jueves, noviembre 30

Reparación: Aviso Administrador

Disculpen si en algún momento de este día, encontraron que la tradicional plantilla de Cepanda 2.0 había sido cambiada, y habíamos perdido a Chachalaca 2.
Pero esque luego suceden cosas que no deberían pasar...

Como sea el webmaster que había modificado la plantilla anterior (y que ahora puedes ver de nuevo), actúo rápidamente y recuperó con trabajos la forma de "antes de que alguien la c*gara".

Sólo falta volver a poner el sistema de comentarios donde salen abajo de la entrada al darle click a "x comentarios", para guardar un respaldo de la plantilla, jaja

Espero que no hayan habido molestias o decepciones.

Saludos.

El webmaster que corrigió todo, sejomagno

(jajajaj, disculpa panda... esperemos que no se [o más bien, que no lo] repita[s])


[Update (o actualización): El sistema de comentarios fue reestablecido. Gracias por su comprensión]

miércoles, noviembre 29

sin titulo

A guamazo el metro cuadrado!
Que va con un pen house en Santa Fé, una residencia en jardines del pedregal, o una ubicadísima casa en Polanco, les puedo asegurar que en ninguno de los lugares que les acabo de mencionar, el metro cuadrado vale más que en la honorable y siempre formal tribuna de la cámara de diputados.
Ahí donde ha habido memorables frases y personajes, donde hasta los presidentes lloran, las democracias se construyen e incluso, léalo bien, el mismísimo Pancho Cachondo ha declamado esa poesía llamada política.
Me parece fascinante lo que significa ese pequeño lugar significa, porque a decir verdad, la fama que la “pluralidad de opinión” le ha ocasionado, ha creado en mi, una leve e insignificante obsesión por la tribuna. Me pregunto ¿cuantos escalones tiene?, ¿es completamente simétrica?, ¿que hay debajo de ella?: quizá el tesoro de Moctezuma, o los paquetes electorales del 2 de julio pasado, una mente romántica (nótese el fino detalle) diría que está enterrada la igualdad y los sueños de los Mexicanos. Pero yo prefiero ser más urbano, un poco coloquial o hasta vulgar, me quiero imaginar que los trabajadores que la construyeron dejaron unas latas de Coca Cola, tal vez una envoltura de chocorrol, y… ¿porqué no? un condón sin usar. Al escribir esto me despierta una nueva obsesión, por los hombres que la construyeron. Si dios me hubiese dado la oportunidad de ser parte de ellos, o aunque sea, conocer a alguno de ellos, sin dudarlo me lanzaría a un programa de televisión a presumir mi hazaña: ser creador de la tribuna de la cámara de diputados
¿Cómo se vera por debajo ese lugar misterioso?, seguramente será toda una decepción: fea como un coche por abajo, o como un marsupial recién nacido. Perderá toda la formalidad, que los hombres que se paran sobre ella, con sus zapatos lustrosos, sus mancuernillas de regalos navideños, y sus olorosos perfumes/lociones le ocasionan. Aún así, no quiero morir sin haber estado allí. Aunque mi visita sea meramente anecdótica, llevaré mi cámara fotográfica y mi bermuda de turista, tal vez contrate a un guía, al cual no le pondré ni la menor atención. Mi mente sólo se concentrará en recordar aquellas épicas batallas que cuando niño vi por el televisor.
A aquellos hombres, deberían dejar de llamarlos “honorable diputado”, pues me parece muy poco suntuoso, creo justo que reciban el merecimiento por lo que han hecho: No cualquiera se atreve a golpearse con un hombre que piensa diferente a ti. Me gustaría entonces, un nombre más apropiado como: Sir Ricardo Monreal del Toboso, o cosas así que exaltarán su galantería y virilidad. De las mujeres que participaron en la batalla he decidido no opinar, pues creo que debo abusar un poco de mi moral post convencional y creer firmemente que hombres y mujeres son uno mismo.
Por último, me gustaría proponer que se hiciera un casting para elegir a los diputados que peleen. Que se discriminara de acuerdo al peso o la edad y se hicieran varias ligas internas, pues creo que en la tribuna hay suficiente espacio para jerarquizar, al fin y al cabo, la cantidad exorbitante de diputados de convergencia, alternativa, partido verde y esas minorías, en las que casualmente se incluye al poderosísimo PRI, han decididó, en función a su amargura e inadaptación social, no participar en el “festín”.
Llegando al tristísimo final, me encuentro con la inevitable memoria de que son esos hombres quienes deciden el rumbo de mi país, entonces apelo a la necesidad de que nuestros presidentes vengan a ayudarnos a salir de este gran problema.

Bbb

(sejo va caminando por el pasillo, y de pronto un tipo lo detiene)

- Tú eres sejo?

- mm, sí. Si leíste alguna vez mi espacio, en ningun momento me refería a tí como 'Ella', por lo que no me gustaría que llegaras y me besaras, jeje.

- a ver idiota, no estoy para juegos idiotas. O qué, ¿Crees que soy un idiota? Eso sería muy idiota

- Pues, creo que no creo eso.

- Muy bien. Ahora, he escuchado que quieres algo conA.

- mm, pues sí, se podría decir que la amo, y quiero conocerla bien y que Ella me conozca bien, para ver si después se da 'algo más'

- Eso es malo, ¿sabes? Porque Ella es sólo para mí, mía, y no quiero que nadie se le acerque.

- Yo entendía que las personas no tienen dueño. Ah, pero esque Ella no es una persona, es un Ángel que vino a iluminar nuestro mundo. Como sea, encuentro menos probable que un Ángel tenga un dueño humano... Yo no la quiero para mí, o que sea mía. Yo sólo quiero que juntos seamos uno sólo, y que eso sea genial.

- No quiero escuchar tus cursilerías. Si me entero que le vuelves a hablar, te voy a golpear, a matar.

- ¿Castigarme por ser feliz, y por intentar hacer que Ella sea más feliz? Qué interesante. Además, los golpes sólo dañan al físico, y yo aún así podré amarla como lo hago, o en mayor forma. Y, no vas a poder matarme, porque Ella me mantiene vivo con un poder superior a tí o a mí mismo. Para matarme tendrías que matarla, lo cual, además de ser igual de improbable, porque mi amor hacia Ella hará que Ella nunca muera; nos ayudará bastante, porque entonces podremos ser realmente Uno sin problemas terrenales como tú.

(el tipo este se abalanzó contra sejo con un grito de ira. De pronto, salió despedido por un relámpago que surgió en un momento imperceptible. Entonces sejo habló)

- *sigh*... Pobre de tí, humano. No entiendes que no puedes interferir entre Ella y yo, porque estamos a otro nivel. Yo no te impediré convivir con Ella, porque convivir con Ella es bueno para la humanidad. Te deseo suerte.

(sejo sigue caminando, y de pronto la ve pasar. Se saludan, y él renueva su fuerza y su felicidad)

martes, noviembre 28

Cuando tengas ganas de morirte de Jaime Sabines

Aunque no sea mío (algún día escribiré como Sabines [mi poeta predilecto]) quisiera que estuviera aquí. a raíz de algunas "cosas" que he leído, creo que es un poema, que a pesar de ser corto, que es bellísimo.

Cuando tengas ganas de morirte

Cuando tengas ganas de morirte
esconde la cabeza bajo la almohada
y cuenta cuatro mil borregos.
Quédate dos días sin comer
y veras que hermosa es la vida:
carne, frijoles, pan.
Quédate sin mujer: verás.
Cuando tengas ganas de morirte
no alborotes tanto: muérete
y ya.

lunes, noviembre 27

Dulce Oscuridad

Pues bien, esta vez he de escribir un diálogo. Pero para no copiar demasiado al buen sejo, he decidio hacerlo al estilo del Gran José Saramago (mi autor predilecto), en otras palabras copiarme algo de este buen señor de manera un tanto mediocre y sin embargo lo haré de todas formas. Saludos.


Lacrimosa(coro): Lacrimosa dies illa
qua resurget et
favilla
iudicandus homo reus.
Huic ergo parce, Deus.
Pe Iesu,
Domine,
dona eis requiem. Amen.

Día de lágrimas aquél
en que resurja del polvo
para ser juzgado el hombre reo.
Perdónale pues, Dios.Piadoso Jesús,
Señor,
dales el descanso. Amén


Wolfgang Amadeus
Mozart


Si, por fin, el día de hoy decido hacerlo ante tí, decido expresarte todo lo que siento y perfora mi ser cada vez que te veo. ¿Te me declaras por fin?, dijo ella. ¿Por fin? ¿Es decir que ya lo sabías? Por supuesto, muchos lo murmuran, no eres la persona más discreta en este mundo y, por sobre todo, la forma en la que me miras es obsesiva e implacable, como relajas tus facciones hasta parecer un ser indefenso ante la luz o un ingenuo ser frente a los escaparates del dolor. He de decir que tienes razón, como la mayoría de las veces. ¿Y como piensas declarate? Pues, he notado que tu corazón cada vez es más oscuro, más lleno de abismos y de grietas, de agujeros infinitos que solo los aventurados han intentado siquiera descubrir. En efecto, y sin embargo evades mi pregunta. ¿Cómo piensas declararte? ¿Declararme? No, eso es ponerle una etiqueta a lo que quiero hacer, es como minimizar y denigrar lo que siento y lo que deseo gritar. Todo el mundo está cubierto de etiquetas, unas grandes, otras pequeñas. Lo que yo siento por tí no tiene. ¿Y como decirte tantas cosas en pocas palabras, en un momento tan corto? Supongo que empezando en este momento. Pues bien, no caeré en las cárceles ideológicas y de comportamiento que muchos tienen. No, te lo diré así, y así como sale por mi boca es como fue gestado en la oscuridad.
Quisiera que fueses el manto de noche que me cubra cuando las ánimas y los demonios me acosen para llevarme, quisiera perderme durante vidas en los mares que abruptamente llegan a su fin en un enorme agujero, de un negro tan denso, que es difícil incluso verlo. Quisiera fueras mi refugio y mi luz en las tinieblas. Quisiera perderme contigo en un bosque nevado, y encontrar el camino a la eternidad. quisiera ver la luna, refeljada en el lago, acosada por las miles de almas que la observan sin parar. Quisiera sobre todo saber que es lo que me depara en la luz de la luna, reflejada en tu rostro a la medianoche. Quisiera ser tu sangre, quisiera ser tu ira, quisiera que mi dolor sea el mismo que el tuyo. Quisiera ser el cuervo que habite en tu cementerio y que viva con cada rayo y con cada desesperante tormenta en la penumbra. Quisiera ser el dueño de tus risas, tan escasas como piedras preciosas, quisiera ser tu tristeza, tu ansiedad, tu odio y tu suerte. Quisiera que fueses la inalcanzable y oscura doncella de mi castillo, consumido por las llamas del abandono y de la noche. Quisiera poder querete en la luz y en la oscuridad. Quisiera que tu me quisieras. Permíteme enterrarte una estaca en el corazón, permíteme empujarla suavemente por tu piel blanca, permíte que tu sangre corra dulcemente por los relieves sin forma de la roja madera. Permíteme enterrarla, porque desde hace ya mucho tiempo, tú me enterraste una a mí, justo aquí en mi pecho y justo acá, en mi cabeza. ¿Qué te puedo decir, payaso de grotesca sonrisa? Supongo que esperaría un sí, una esperanza a mi fatídica realidad. Hoy te corto las alas, no agurades más las esperanzas en vano. Se te olvida que... Sí, lo sé, que crees que no hacen falta alas, y sin embargo he de decirte que hacen falta las esperanzas y las sonrisas, los anhelos y los versos. Tú no los tendrás por ahora, hay muchos caminos por andar, montañas que escalar y mares que navegar. ¿Y han de morir entonces las galimatías que impone el sentimiento? Que mueran si es necesario, que mueran y que no vivan más. ¿Tan abrupta será su muerte? Tanto como sea necesario, tanto como la razón así lo requiera y el corazón así lo acepte. Volaré con alas de tristeza a continuar mi agonía entonces. No seas cursi, no te apasiones por artilugios de la retórica, acepta una nueva derrota y ya. Haz perdido de nuevo. Ahora es diferente. ¿Por qué? Por que ahora no descansaré hasta verte en mis brazos, muerta de atudimiento, dando vueltas en un portal multicolor. Lucharás. Lucharé. Perderás en el intento. Perderé entonces. Ve y vuela entonces, por las montañas allá a lo lejos, por los lagos invisibles y por los mares que ya no veré. Hasta nuevas vidas, o lo que quede de esta. Entoncés el gritó, entonces no ha muerto la esperanza...

sábado, noviembre 25

Hágamos una revolución, que nuestro líder sea el sol y nuestro ejército sean
mariposas. (Txus di Fellatio).


..Ni mucho menos una hembra más en el estricto sentido animal de la vida. No. Tu eres mi musa y mi sol. Mi ira y mi oscuridad. Y aunque las alas de otras aves arriven a tus balcones o a tus cielos, siempre un pequeño cuervo estará ahí. Observandote apasionadamente, muchos dirán que es obsesiòn. No. Verte es escuchar una y mil sinfonías de Mozart en un tiempo difícil de calcular. Por que eres sueño y realidad, eres luz y oscuridad. Y aún así eres mi perdición y mi paraíso. Por que eres el sol que me quema y me corta, y aún así el oasís en el que mi alma sacía su hambre y su sed.

viernes, noviembre 24

Alas II

Txus es un escritor tan bueno. Supongo que en cuanto a letras es de los mejores exponentes del metal en español por su poesía vielta furia (que conste... orgullosamente en español). Por otra parte Silvio está presente en este escrito...

Las alas caen cuando no las peinas, ni las limpias. Aveces salen cuando ni siquiera las queires o cuando en verdad las deseas. Cuando me fueron dadas mis alas, las dejó de peinar y pluma por pluma desaparecieron. Supongo que es más horible que se te caigan , lenta y dolorosamente a que te las corten sin más.
Sin embargo, se le olvidó algo al dejar a mis alas morir.
Que no hacen falta alas, para alzar el vuelo.

... Y los sueños, sueños son...

Pues yo estaba oyendo Gaia de Mägo de Oz (que por cierto, las chicas que tocan los violines y el cello en ese concierto son verdaderamente hemosas, ¿o será que me gusta ver a una chica con un violín?) y pensé en algo, ¿me meteré a la corriente surrealista tan practicada por Sejo y Poncho? No, aun no las entiendo del todo, así que seguiré escribiendo sobre sueños, que no tengo y que solo cuando estoy despierto puedo visualizar. Además de leer un comentario por ahí, por demás curioso, surgiò esto...

Despertó, vaya inicio original para una historia, vió al techo y se preguntó una vez más, como todas las mañanas se reprochó así mismo el no poder soñar. Había leído alguna vez que se sueñan alrededor de cinco sueños por noche, sueños de manera cuantitativa y cualitativamente especificados por un estudio sistemático serio, basado en los movimiento e impulsos provocados durante el periodo de letargo. Y aunque parecía no poder soñar "dormido", tenía gran habilidad para mirar el correr del mundo por la ventana todas las mañanas cuando tomaba el camión que lo llevaba a su trabajo, y en ese momento separarse de la realidad durante unos minutos. Y empezar a vivir en un mundo pleno, donde las emociones se intensificaba. Sentía, olía e incluso saboreaba estos momentos. Más de una vez se le había olvidado bajar en su destino por estar viviendo aquel otro mundo. Aquel mundo que todos encuentran de noche, pero que él enc0ntraba de día. A todas horas y en todo lugar.
Dando lugar a que de esta menra lo despidieran de su trabajo, por no tener los requerimientos de eficiencia y compromiso que sen pedían para el cargo. Al principio se sintió muy triste y soñaba con que aún seguía asisitiendo puntual a la oficina, sin embargo, paulatinamente se dió cuenta de que podí vivir de los sueños. Encerrado en su casa, que había pertenecido a su abuelo y a su vez al abuelo de éste, soñaba con que tenía todo, mujer, comida y familia. Soñaba con aquellos cielos verde olivos que ya no podría alcanzar más que en este mundo. Soñaba con los cielos marrones, en los que parecía que los ángeles derramaban miel en sus paredes. Que se había derrimbado, el cielo marron ya no existía, tal vez jamás existió. A decir verdad no sé si el lo soñó o simplemente en un momento de la historia, en algún universo. Alguien como él había navegado en aquellos mares. Esperanzado en que sí, continuaré la historia.
El pobre hombre, ya casi una sombra, consumido por las llamas del hambre. Vaya desperdicio de vida, dirán algunos, pero yo creo que por lo menos el fue feliz, en un mundo que existió para él exclusivamente y al que solo tenían acceso él y sus variados niveles de conciencia. ¡Cómo quisiera entrar a un mundo así!. Finalmente murió como mueren todos en este mundo, tal vez simplemente se fue a vivir a ese otro mundo permanentemente. Fue egoísta, imaginé que tal si ese hombre hubiese aprovechado sus noches, ya que no soñaba, en hacer acciones alturistas, ayudar a los niños en África, o en las sierras, o a las madres enfermas, o buscar la cura para el Sida o algo así. Pero se dedicó a soñar. No sé si ella fue la causa de tan absurda pérdida. Ahoa no sé querido lector si estamos haciendolo mismo, soñar despiertos y lo que yo sueño, por medio de códigos, llega a usted, vía medios electrónicos. Y tal vez, solo talvez tocamos por un pequeño momento aquel mundo, mas ó menos real al que estamos acostumbrados.

miércoles, noviembre 22

Aprendiendo a Volar

En mi "emo"tividad, me encontraba yo escuchando una pieza increíblemente genial de Stratovarius, llamada Learning to Fly. Y de repente surgió esto...(ja, se leyó bien Sejo)...

De repente, salieron de sus pardos capullos. Con sumo esfuerzo lograron romper las gruesas paredes que las aprisionaban. De la tibia cárcel en la que se encontraban, lucharon para salir a un ambiente frío y desolador de una cueva en penumbras. El viento no soplaba en aquel lugar y los ruidos podrían haber hecho que cualquier ser humano se sintiera con ansias de vómito, por el aturdidor y estridente escándalo de ese espacio.
Muchas murieron en el intento, sin embargo una gran parte no dejó de luchar, hasta que sus cuerpos negros lograron respirar el aire que emanaba el interior de la misma cueva.
Al salir desplegaron sus alas, negras en su totalidad. Sin embargo, cuando un poco de luz entró, permitió que se vieran unas afiladas hojas plateadas en los bordes de las alas, aparentemente frágiles y delgadas.
Y en un abrir y cerrar de ojos, vaya lugar común tan usado, mejor en un auge y desfallecer de un rayo de luz en la penumbra, las alas comenzaron a agitarse de manera violenta. Un nubarrón de aletos se levantaron en el ínfimo espacio de la prisiòn aquella, lastimando con cada roce una parte de la pared. La pared de la cueva comenzó a sangrar, y de las llagas que estos animales le provocaban comenzó a brotar, poco a poco aquél líquido rojo, de tan espesa consistencia que tanto asusta a las protagonistas en las películas de terror y de la que tanto abusan en los medios de nuestros días.
Así todo transcurría en mi estómago cuando te vi entrar. No se si tomaron alas de metal por el efecto que causas en mí o por el simple hecho de que mis alas serían cortadas por las alas de ellas de manera brutal y terrible. Destrozando mis últimos vestigios de dignidad.

domingo, noviembre 19

Lacrima Profundere II

...viendo el efecto y las ondas que se expandían bajo la oscuridad, tomó una pluma negra y se limpió la humedaden sus ojos.
¿Lágrimas? Se las dejar a los que sufren a los que están quemandose por dentro, destruidos por le enfermedad y apuntados ya por la muerte. Las lágrimas son para el dolor, las lagrimas son para aquel que pierde un miembor, para aquel que sufre hambre, para aquel que ya no puede andar ni ver.
¿Qué me da derecho a llorar? Y no defiendo esa idea sexista de que los hombres no lloran, sino que ¿quién puede llorar teniéndolo todo? ¿quién podrìa tomar las riendas de su vida en base a las lágrimas que caen?
La soledad es pasajera, la desiluciòn también. ¿Dolores del corazón? ¿Acaso el hombre que se levanta a arar la tierra en las mañanas, para que su cosecha resulte en una bicoca absurda llora? ¿Acaso el obrero explotado llora? Los niños con hambre lloran, los niños con frio lloran, aquellos que no quieren despertar lloran.
Yo no, yo tengo un paisaje hermoso enfrente de mí, por esta razón no lloraré por tí.
No lloraré por que no te quiera, no llorare por que no me hables. NO.

Lacrima profundere

Alguna vez te soñe. ¿Sabes? Alguna vez cuando me preguntaron ¿Cómo es tu persona perfecta? Solo pude pensar en tí. Sólo pude pensar en tus cabellos castaños sucumbiendo ante la gravedad y reposando tranquilos en tu blanca piel. Es de imaginarse que las artimañas de la mente hacen crear ilusiones y sueños, dignos de todo aquel que por "amor" (ese concepto intangible en donde se refugian los faltos de esperanza y los necesitados de entendimiento) quisiese cubrir su ignorancia. No quisiera seguir enconces, con este tipo de escrito tan altamente explotado y tan indiscriminadamente hecho. Y sin embargo, no poseo aùn la fuerza o la desicicón para decírtelo de frente, como para enfrentarme a aquellos mares marrones, donde lo ángeles derraman miel por lo cielos, y decirte que mi barco se enfila a esos mares. Que no espera un puerto abierto, y que sin embargo pedirá lo dejes exploirar en él.
Y las alas del negro ángel se acercan de nuevo, bajando lentamente ante mí, cubriendo la poca luz que àún me llega. Que aun me irradias. Me pregunto si el ángel no tomará mi alma por fin y la arrojará en pedazos contra los puntiagudos picos que se alzan debajo del cielo gris. Dejándome ya sin la posibilidad remota de querete o de que en el mejor de los casos, me quieras a mí.
Hay quien dice que es posible, hay quien dice que no. No me interesa, no me interesa que puedan pensar o que puedan decir.
Así es como la lágrima cayó en el mar oscuro, haciendo un ruidito hermoso...

martes, noviembre 14

La espada de esmeraldas

...Y tomando la espada de esmeraldas, alzó a los truenos y concentró la energía en su nobleza. El dragón despertó y le dijo: Esto no es una historia épica, ¡Oh! Noble caballero.
-¿Entonces que es? respondió el caballero.
-Una simple historia de amor, de decepción y alf inal de tristeza.
-¿En serio?
-En serio
-¿Y ahora que hago?
-Introducete en mi hocico, no querrás destruir esta mala obra de algùin Dios.
El caballero se introdujo en la boca del dragón, y en seguida fue digerido.
-.¿Me pregunto si existirá el amor?- se preguntó el dragón

Tarde de Martes

Paso, dos sílabas, dos fonemas, una forma gramatical, primera persona, presente del singular. O un pequeño retazo de brisa, de bello suspiro, de dulce labio, de fría mirada, de evocaciòn intensa de maldición profana. Paso, cuchillo de fina hoja, puñal de mango de oro, final ya del decoro, muerte y desecho, basura y deperdicio, olvidado y perdido. Paso por la senda, paso por el monte, paso por que me haz dicho que yo jamás volveré a observar semejante prenda. Paso por que paso así como la vida, paso porque me han dicho que sin ti no vale nada. Paso por que no te he de ver, paso por que dhe de perder, paso por que he, sin chistar, de dejarme rendir y gritar.

domingo, noviembre 12

Ira (De cómo murió la esperanza VI)

-¡¡¡Muerte, caballo y jinete juntos por fin, muerte, vida, muerte!!! Destruyan los cielos, hermosas criaturas de Satán, destruid y erradicar cada pequeño retazo, por más minusculo que sea. Así mismo quemen y desgarren al monte y al cerro, al bosque y al mar, en especial al mar.

Él creía que su jinete destruía al cielo, la muerte, pero no, el cielo fue destruido por la desesperanza, por la amargura que miraba al cielo y lograba crear en él rayos y lluvia sin fin. Los ángeles ya no derrman miel sobre los campos de trigo, ya no, ni el verde olivo de las costas, ni el oscuro pardo de las montañas. Ya nada queda, ya nada falta.

El payaso me dijo entonces ¿lo ve?, su barco ha naufragado, ha muerto en este mar sofocante y mortal. Encontró muchos bellos tesoros en él, encontró perlas y conchas, pero no encontró lo que buscaba...
Yo, tomando la máscara con sonrisa grotesca y el marfil dañada en las orillas, con los ojos saltones y la casi inexistente nariz, bajé a tierra. ¿Algún día v0lveré a echarme a la mar? No, odio al mar, siempre lo odiaré, pensé que en él encontraría eso que me faltaba. Ahora no se si me falta, no se si en realidad exista. Me hundiré más y más en el oscuro y bello bosque, en donde el frío y la oscuridad me refugien y me salven de tan horrible final.
El payaso me gritó,- queda mucho más mar que recorrer, montañas que escalar ¿se va a rendir?
-En este momento sí, le contesté, avanzando más rápido
-¿Podré seguir acompañandolo?- preguntó
-¿Cómo separarme de tí?, payaso raquítico, hasta que no lo encuentre serás yo y yo seré tú, serás mi muerte, serás mi desesperanza.

¿Y el sol verde olivo y los ángeles que derrmana miel en el espacio marrón y el cielo oscuro que no puedo definir? ¡va! Habrá nuevos marineros, yo lo dejaré a los aventureros, por lo menos hasta que no decida a donde continuar buscando.

viernes, noviembre 10

Nuevos Cielos


Ese día miraba hacia el verde cielo con nubes de olivo que resplandecía en aquel mar oscuro. El barco se movía de un lado al otro obligando a mi tripulación a moverse y tratar de incorporarse, luchando contra el escorbuto.
-Los nubarrones en el cielo me hacen preocuparme- le dije- cada vez nos alejamos más del dulce brillo de ese sol verde olivo.-
-Señor vea usted adelante, el cielo se torna marrón, café, a veces parece derramar miel en la esfera luminosa, me atrevo a decir que es un cielo más cercano, e incluso más recíproco. Aunque me duele decirlo señor, creo que en este también se darán nubarrones y tormentas terribles.
-No hay que pensar así, nos aventuraremos a este cielo... No, mejor sigamos por el sur a nuevas costas....No continua...-
En ese momento me quedé atónito ante la serie de posibilidades en mi pequeño y destartalado pero querido barco. Así que le ordené que emprendiera el viaje a donde las aves cruzan el cielo marrón, donde los ángeles tiran miel al mar por los cielos.
-Me pregunto si por fin serán esos los lugares donde hemos de quedarnos amigo mío- le dije.
Se quitó el sombrero, largo y puntiagudo, y por segunda ocasión se quitó la máscara blanca. Me la dió diciendome, no la uses, no es necesaria, ese cielo es verdaderamente bello.
Así es como el payaso y yo continuamos nuestro viaje..

lunes, noviembre 6

De como murió la esperanza IV

Imagine mi sorpresa, cuando mi amada luna se encontró con mi amada humana esta noche, es decir ya lo habìan hecho, pero esta vez mi amada luna estaba llena, rebosante hermosa acariciaba el rosatro pálido, pero bellìsimo de mi amada humana. Acariciándola, desde sus labios delicados hasta sus ojos, que fundían a los campos con la tierra en un solo espacio que parecía infinito y que comnvergía en un punto negro. ¡Oh! De no ser por que ella sentada, mi amada luna me mostraba también a él, a ¡él!. Deseperado decidí irme con Cartagena a hacer el amor con mi más pura lujuria. ...la música. Deduzco que sin la mùsica, en ese momento en pequeño gran animal feroz e irracible hubiese salido y hubiese bailado, mostrando de nuevo su trasero rojo, blasfemando el semblante de mi amada humana y de mi ya no tan querida amada luna...

¡Voy a inventar el amor!

-¡Voy a inventar el amor!
Sus ojos se llenaron de ambición cuando dijo la última palabra, esa que al pronunciarse produce el juego de labios y lengua más exquisito del español. A-MOR Al decir amor, nuestra lengua comienza su viaje desde el fondo de la boca, hasta empujar a los labios tan lejos como sea posible. A-MOR Y es hermosa la palabra, porque su manera de ser pronunciada, es análoga a lo que expresa: Sacar desde lo más profundo de nuestro corazón el sentimiento que nos transforma hasta donde el resto de la gente lo pueda comprender.
Si no es por la belleza de la palabra, estoy seguro que de su boca habrían caído gotas de saliva por lo emocionada que estaba. Parecía tan extasiada como el hombre que se acaba de convertir en padre, tan nervioso como el adolescente que vio pasar a su primer amor y tan excitado como la mujer que esta apunto de ser infiel por primera vez. Su cuerpo completo le temblaba y su corazón estaba a punto de detenerse por un instante que simulaba ser una eternidad.
-Mi princesa, temo decirte que ya fue inventado.
-¡Voy a inventar el amor!
No le importaba lo que le decían, ni lo que escuchaba. Mucho menos le interesaban las cosas que le pasaban por la cabeza, y que –como el decía- conlleva inventar el amor. Después sin duda, tendría tiempo y obligación para pensar en los detalles, en las formalidades y burocracias que el copyright implica. No era ese instante de inspiración, apropiado para quemar pensamientos, pero sobre todo atención en ociosidades como las referencias obligatorias que inspiraban su invento. Ella sólo quería pensar en la magnifica decisión que unos minutos antes había tomado, y que sin dudar, la marcaría como un ataque sexual a lo largo de su vida. Además, el eco de sus palabras todavía resonaba en su corazón, y le hacía sentir el único orgasmo que hasta aquel momento insólito para ella y la humanidad había tenido. Los filósofos, al enterarse de lo acontecido, sin duda lanzarían sus mentes y agudos razonamientos a donde ella estuviera para estudiar con detalle lo que había dicho hacer. Los científicos agotarían sus cuadernos con hipótesis sencillas y fáciles de comprobar, que desglosarían el invento en pequeños problemas para finalmente, comprenderlo pero sobre todo, comprobarlo mejor. Los religiosos saltarían de su letargo sagrado y acusarían a la mujer de hereje. En cada misa se le mencionaría como una prueba de la falta de fe en la –según sus propias palabras- humanidad descarrilada que blasfema contra dios. Esto poco a poco, quemaría a la mujer como a la vieja usanza medieval aunque esta vez sin fuego y con un nuevo sentido de la palabra. En los libros de historia, aparecería como algo anecdótico y nada más, sin condecoraciones ni adulaciones, tan sólo su nombre, la fecha, con suerte el entorno social en que nació su invención, y lo que había inventado, simple y llanamente: “inventó el amor”. Como si fuera poca cosa, como si no se necesitara de ingenio y sobre todo dedicación. “No te puedes despertar un día e inventar el amor” dirían los que nunca están de acuerdo, y sin preocuparles ni saber nada más de lo que esta mujer estaba a punto de hacer, hasta saldrían a protestar a las calles con pancartas hechas sin dedicación, tan sólo con ganas de molestar y que se noten en la televisión, en palabras de mi abuela, lo harían sin amor.
Mientras la hermosa genio alababa en su mente su joven y prematura creación, el hombrecillo de su derecha insistía en protestarle, al grado de casi exigirle no inventar lo que el estaba seguro haber visto antes en algún lugar de este planeta.
-¿Qué necesidad hay de reinventar algo como el amor? Tú menos que nadie deberías preocuparte por eso princesa, mejor ocúpate de tu salud, que por cierto últimamente no ha estado del todo bien.
La mujer, continuaba sin entender lo que decía su voz al salir de esos labios con movimientos intermitentes e inexpugnables, mientras que el hombre continuaba dando razones y deberes por los cuales no permitiría que inventara el amor. La seguía llamando princesa, aunque sin ningún dejo de cariño o aprecio, incluso pareciera que “princesa” era su nombre y no su tierno modo de llamarle. En fin, el hombre después de un rato, pareció cansarse, su firme propósito se debilitaba a medida que hablaba sin pensar y sin ser atendido, hasta que se sentó y miró a la mujer que seguía poseída por la inspiración y la gloria. Al cabo de un rato, ni siquiera le dirigía la mirada y parecía ser el quien la ignoraba. Por su puesto que eso sólo es su manera de ver, porque para la inventora del siglo, la presencia de aquel hombre, era igual de significante que la de un meteorito a millones de años luz que se aleja de la tierra, y cuando acabó el momento de la inspiración, puso su corazón en la tierra y comenzó a trabajar con la complicada empresa.
Al principio entendió que debía sacar todo lo que había guardado a lo largo de su vida dentro del corazón, y no sólo eso, pronto también comprendió que no podía ver más aquello que la había rodeado y causado toda la variedad de sentimientos, excepto uno, el amor. El odio y rencor debían ser los primero en esfumarse, de ahí la impotencia y el enojo, la rebeldía y hasta la libertad, porque quien ha amado, jamás será libre. Cuando hubo terminado de vaciar su corazón, tiró todo lo que le cupo durante 33 años -que vaya era mucho- por un barranco y lo olvidó para nunca pensar más en todo aquello. Al parecer, su corazón, o la envoltura que quedaba de este, estaba lleno de nudos y heridas, lo sanó y lo limpió por completo.
Pero el corazón no era lo único que debía arreglar, su mente también necesitaba cambiar y convertirse en algo totalmente nuevo, pero, para hacer esto más complicado, esta vez no la podía vaciar, y necesitaba colar con la tela más fina del mundo las cosas que había decidido tirar. Entre ellas estaban muchos detalles y tonterías de humanos, algunas anécdotas y otras cifras por completo inútiles en la vida que estaba por empezar. Afortunadamente, nunca desechó las cosas importantes de su mente, como la astucia y la pronta diferenciación entre lo bueno y lo malo que sus padres le habían dejado. Se quedaron en la memoria algunos nombres y uno que otro número telefónico, pero nada más que pusiera en riesgo su olvido. Se limpió las manos y comenzó a trabajar. Erróneamente comenzó con el hombre de sus sueños, lo que le valió algunos minutos de desesperación por no lograr su cometido. Sabía que el amor lo hacían las pequeñas cosas, y se comenzó a preocupar por los detalles que hace un rato había borrado. Por fortuna, era demasiado paciente, entonces se tranquilizó y comenzó de nuevo a pensar pero esta vez desde que comenzó su vida. Recordó algunos de los detalles que había dejado de sus amigos y hasta del perro que un día le regalaron y sus papas vendieron antes del mes. La añoranza de aquellos tiempos, en que gente sin ningún vinculo genético le había ayudado tanto a convertirse en alguien sin pedir nada a cambio le causó algunas lágrimas, pero pronto se repuso y siguió con lo que quería hacer, sabiendo que iba por buen camino. Llegó así, con los recuerdos de su familia, con algunas cosas que habían hecho por el, y lo que recordaba le habían dado sin pedir nada a cambio, la muestras de afecto y el cariño incondicional. Otra vez se equivoco al creer que las lágrimas serían mayores, pero ciertamente las hubo, y se repuso de nuevo ante la nostalgia de esa gente.
Quedaban dos personas, una era el hombre de sus sueños y la otra era ella misma, y aunque no estaba segura del orden en que los recordaría, estaba confiada que en cualquier instante del éxtasis que le iban a causar sus recuerdos, aparecería el amor. Por fin, y después de unos instantes de duda, decidió pensar en si misma, se recordó como era, y como se había soñado. Por su mente pasaron sus triunfos y batallas ganadas, se dio cuenta que la persona en que había soñado, no era tan diferente de la que se convirtió a lo largo de los recuerdos, y que si uno tiene poco poder de observación, dirá que son la misma. Un gran placer recorrió su piel, y esta vez la piel se le puso chinita, una lágrima rozaba su mejilla mientras caía, pero el amor, no aparecía.
-Eso quiere decir que hice bien en dejar a mi querido al final, porque con el aparecerá por fin el amor.
Ahora su mente la lleno de los labios que la habían seducido un día hace mucho tiempo, de los dedos que la acariciaban y de las palabras dulces que entraban a sus oídos después de tocar el corazón. La intensidad crecía, y su mente era un collage de caricias, abrazos, besos y murmullos de placer. Pero el invento, no se presentaba, la desesperación la tomó por sorpresa, e invadió sus venas, haciendo que forzara y hasta inventara momentos que nunca ocurrieron entre ella y su hombre.
-¿qué he hecho mal para no poder lograr lo que quiero?
Se dijo entre dientes, cuando el chico que la llamaba princesa se levantó del asiento y le susurro, esta vez con voz tierna:
-No has hecho nada mal, pero es que el amor ya ha sido inventado, fue ayer, y digamos que lo hicimos tú y yo…

domingo, noviembre 5

Antiguo Testamento I

-¡Mueran por haber pecado infieles! Ahora todos ustedes que adoraban a la naturaleza de las cosas, que se oponían a los rectos caminos del señor, perezcan en las llamas perennes de mi furia.

Corrían austadas las prostitutas, los borrachos salían de su embriaguez para correr. Pero me dolieron más los infieles, los que creían en la diosa luna o en el dios sol. Aquellos que no imponían reglas terrenales, por la gloria ya era nuestra (según ellos), por que el hombre es bueno y el mal es relativo, una opinión.

-Claro- lo oí decir- una opinión, yo decido lo que es bueno o lo que es malo, tu eres mi creación, mi sirviente- me dijo.- Y así como si nada, desapareciò la ciudad.
- Pero, ¿cómo es posible?

Y tomando su tridente de fuego perforó mi alma asesinandola, ese día creo que morí. Supongo que en la oscuridad descubrí que el paraiso y el infierno no existen, si te quisiera relatar que veo que siento no podría. Solo te puedo decir que aqui están los infieles, los que encontramos este lugar, donde nada fluye y todo pasa y que esa reprersentación de Dios, es lo que nos hace temer a algoque no conocemos en vez de buscar entre los bosquejos del pensamiento...

Hijo de Dios

Y Dios misericordioso le dijo a su hijo, en ese idioma que los humanos no podrían siquiera escuchar o comprender.
-Salvarás a los hombres de sus pecados, librarás al mundo del mal.
-Pero padre, no creo seguir tu sendero. Creo que en aquella montaña existirá algo más puro que aquel Pedro quien tomó las llaves y prometió guiaa tu pueblo.
-No puedes decir eso, hijo mío, yo soy la verdad y tu, tu eres el camino.
-¿No sería egocéntrico? ¿Y si fallo?
-Si fallases condenarías al mundo al mal, le negarías verme.
-Está bien padre, bajaré...
-Lucifer, confío en tí...

Así es como Lucifer, el hijo de Dios bajó a la tierra, muchos dicen que falló, yo creo que simplemente encontró el camino a la montaña..

Hola

Me alegra saber que tenemos a nuevos creadores de universos en el presente espacio, por lo menos en este momento de la historia. Hace poco un compañero mio, genial como escritos, que se hace llamar Irving, escribió esto. Me parecio bueno, por lo menos en el momento emo-temporal en el que estaba.

Estimado amigo, con un saludo sincero, te debo pregintar: ¿cuantas veces he de insistir? ¿cuanto mas he de decir: Reunamos al grupo?(es la 1:20am y escribire cuanta incoherencia me salga de la cabeza) tal parece ya ninguno tiene tiempo... las prioridades han cambiado... eso me caga... El hombre adquiere su cualidad de humano cuando realiza juicios cogruentes con su forma de pensar, de mirar las cosas. en mi esctitorio hay un boligrafo que tiene una especie de peluca que se mueve cuando escribes esta cagada, me recuerda a una marioneta de plaza sesamo, tal ves a lola, era chingona lola... y pancho era muy bueno, era mi preferido, aunque nunca me ha gustado la cebolla, que era su platillo preferido... mi platillo preferido son las enchiladas, las enchiladas del rincon (del rincon del taco) son las mejores que jamas hayan existido. Ahi tambien preparan tacos al pastor... antes de sentarme a escribir esto me comi unos tacos al pastor estaban muy raros, raros pero buenos... es tiempo de irme, tal vez nunca leas esto... pero igual... aqui estará...

"el lugar"

Hola, soy poncho, saludos a todos y haber que les parece el texto.
Este era un lugar lleno de gente. La gente era de todas las razas que el humano ha inventado, practicaba todos los ritos que la humanidad había necesitado y hasta hablaban todos los idiomas en que un humano se ha expresado. Las personas que estaban ahí, eran –como se suele decir- gente común y corriente: respiraban, olían comían y hasta sentían. Algunos de ellos se amaban, otros pocos se odiaban, pero la mayoría, para desgracia de las utopías, se ignoraban. Lo hacían con destreza y euritmia, como si llevasen toda una vida practicándolo, si no es porque en sus caras no había goce o deleite, podría asegurarles que lo disfrutaban. Es extraño, pero se me viene a la mente que ignorar podría convertirse en un arte con el paso del tiempo, y si las cosas siguen así, hasta habrá una ciencia que lo estudie. Y vaya que habrá muchas cosas que estudiar, porque la dedicación ya mencionada con la que la gente ignora a otro, me hace pensar en lo absurdo que resulta el término para este tipo de acciones. Al parecer, se escoge con absoluta delicadeza la persona sobre la que pondremos toda nuestra atención, y aparentaremos no captar su presencia. Llegados hasta ese punto, me doy cuenta que en realidad no se ignora a una persona, sino se ignora a todas las demás con las que no nos concentramos, además que el terminó no es correcto, a comparación de decir “aparentar que ignoramos”. Pero mejor le dejare estos problemas a la futura ciencia, que por cierto yo vaticine que existiría antes que cualquier esoterista aprovechado, y regresando al sitio aquel, donde la gente seguía ignorando al de enfrente, al de alado y cualquier otro que siguiera respirando. El tiempo pasaba y como es de esperarse, la gente se comenzó a impacientar por algo de lo que nadie estaba seguro qué era. El CO2 era cada vez más molesto en el cuerpo de las personas, que involuntariamente, pedían oxigeno de distintas maneras: algunos bostezaban, otros guiñaban los ojos y hasta hubo quienes sonrieron, todo esto siendo cuidadosos de no dejar de ignorar a alguien a la vez. Cuando el tiempo de esperar, supero las expectativas y paciencia de los humanos que ahí estaban y habían decidido no moverse de sus lugares por ningún motivo, la desesperación se apoderó de la gente que comenzó a alucinar que “el lugar” se hacía cada vez más chico y el espacio vital se limitaba con las personas que te rodeaban. Ignorar, obviamente se hacía más difícil cuando el cabello de quien estaba enfrente se confundía con tus pestañas. La gente sensata, decidió no ignorar a la gente de su alrededor, y sabiamente comenzaron a ignorar a aquellos que recordaban haber visto cuando el lugar era lo suficientemente grande para ver a más de las 9 personas que ahora rozaban tu cuerpo. Esto incremento la dificultad de ignorar, porque ahora no podías ver a quien ignorabas y tenías que hacer un esfuerzo mental por imaginar sus muecas cuando tú girabas la cabeza para no verlo. Este ejercicio mental desgastó a la gente, que comenzó a desmayarse sobre la humanidad de los otros. El desmayarse o no, dependió de cánones totalmente aleatorios, pero al final, todos los hombres y mujeres que se habían dado cita en el lugar, ejercían fuerza con su peso sobre el otro, mientras que el otro, hacía lo mismo. Así es como se pudieron sostener más de un año de plutón, hasta que una de las mujeres que estaba en el medio, logró despertar, y como por arte de magia comenzó a cantar con lo que un ateo hubiera juzgado como la voz de dios, olvidándose por completo de todo lo que la rodeaba, la mujer pronunciaba cada palabra después de sentir lo que esta le expresaba. Sus labios se movían al compás de un ritmo angelical que era inherente de su voz y así, rompió el hechizo: el lugar desapareció, la gente despertó y acompañaron con sus voces la canción que estaba a punto de terminar.

viernes, noviembre 3

Porcelain Doll~Muñeca de Porcelana

Mmmm... Como excusa diré que no tengo nada que hacer...
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
-"Te quiero..."-confieso enamorado-"Casate conmigo, se mi esposa..."-
Hace frío, pero mientras te digo estas palabras, mi cuerpo se reconforta, obligando a tu cuerpo a estar más cerca del mio, uniendote a mi en un abrazo calido
Colocas tus manos en mi pecho, subes la mirada y aun cuando creí que harías cualquier otra cosa, te separas y escondes tu mirar tras tu cabello color avellana
-"Lo siento... yo no te correspondo..."-
°°°°
Nunca supe que paso con mi razón de existir después del incidente de hace seis meses. Sabía que habia una posibilidad de que no sintieras lo que yo, pero...
¡Maldita sea! Ahora te siente mas cercana que cuando pense en la duda de que no me amas...
Te veo de pie con la cabeza gacha.
Te abrazo por la cintura y susurro a tu oído un par de palabras que parecen sonar a "que te sucede?". Pero como respuesta obtengo una serie de palabras que se clavan como dagas heladas en mi ardiente corazón.
-"No es de tu incumbencia"-
Tiemblo al oírte, pero tengo fe en lo que siento por ti... se que te tocará y lograré que tu puedas corresponderme. No ahora, no hoy... tal vez solo sea mi utopia.
-"Dime lo que sucede..."-te ordenó sin compasión. Estoy dispuesto a hacer hasta lo imposible para saber que te perturba...
Tal pareciera que eso detona lo que sientes, y ahora, estas abrazada a mi, llorando desconsoladamente al tiempo que me rodeas el cuello con tus blancos brazos y me relatas una historia que nunca creí que tú; tan fria y distante, pudieras conocer y sentir.
En tu cuerpo, vive otra persona que no es producto de mi amor por ti. Y aquel que fue el culpable de tu dolor... jamás aceptó que te ama. Quizá las palabras que te cegaron fueron siempre una mentira. Y ahora lo que en ti vive... es producto de un amor no recíproco
Siento ira descontrolada, porque se quien es el infeliz que te hace sufrir, pero tú, me ruegas que no lo haga por amor a ti. Oh querida mia, ¿Por que me haces esto? No tengo oportunidad de luchar por ti.
Te abrazo aun más a mi y siento como el agua salada que sale de tus orbes me moja la ropa que cubre mis hombros...
Las últimas palabras que salen de tu boca me aterran:
-"Seré tuya en cuerpo... seré tu esposa... pero por favor... no me pidas que te ame, porque sabes bien que nunca lo haré..."-
°°°°°°°°°°°°°°°°°
Diez largos años han pasado desde ese día en que vestida de blanco te uniste a mi en "Sagrado Matrimonio". Cuando lo vi acercarse a ti y abrazarte con tanta naturalidad.
Pero mi triunfo se hizo presente cuando, tú, atada a mi por el juramento que me has hecho cuando esa persona te abandonó a tu suerte, dices:
-"Lo siento mucho... te amo... pero mi cuerpo nunca más será tuyo..."-
Corrí y te atrajé a mi, como si fueras mi mas preciada pertenecia y sonreí con cierta falsedad.
Ahora, aun cuando tenemos dos hijos y el mundo cree que me amas como yo a ti...
La verdad se ve cada noche, en nuestra cama...
Estoy acostado junto a ti, en el mismo lecho en donde tantas veces me has hecho lo mismo. Todo concluyó hace unos minutos y nuestras respiraciones se intentan normalizar.
-"Dilo aunque sea mentira..."-te suplicó por enesíma vez...
-"Lo siento mucho... yo no te amo..."-
Suspiró dramaticamente. Ya lo se, como quiera es una mala costumbre unir mi cuerpo con el tuyo, pero es mas doloroso saber que lo haces por deber que porque realmente lo desees.
-"Eres mía..."-digo en tono posesivo
-"Si lo soy..."-
Eres de mi propiedad, por que tu cuerpo es mio cada día de mi existencia, pero tu corazón no.
Por eso eres mi muñeca de porcelana, que adorna mi vida, que lo ve todo desde lejos y nunca dice nada...
FIN
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Pues... Sejo-sensei me dijo que lo subiera a Cepanda...
Me parecio una buena idea...
UN BLOG FELIZ ES EL QUE TIENE COMENTARIOS! XD

Aviso de Sejo

Saludos lector(es)

Pues solo comento, por si no se había notado, que aquí en Cepanda 2.0 pondré (y he puesto) las entradas de mi espacio que hayan parecido chidas, a mi o a los lectores...

Nos vemos,
Lean y escriban.

sejo

Chida Noche

Estábamos en el salón todos hablando de cosas que no recuerdo. Bueno, cada quien hacía distintas cosas. De pronto, en parte por el sueño y en parte tal vez por ser verdad, todos tenían la apariencia de estar bajo el efecto de algún narcótico o algo así. Eran tan extrovertidos, tan faltos de vergüenza. Después de un rato, decidí salir, y pedí compañía. La compañía accedió con facilidad. 'Tal vez no soy tan odiado, jajaj', pensé. Nos acercábamos a la puerta, y me pareció gracioso pensar en que Ella me iba a recibir ahí, habiéndola visto antes con 'ese wey'.

Pero, así tan asombroso como es todo, íbamos saliendo cuando de pronto Ella llegó apresurada, con una enorme sonrisa en la boca. Nos detuvimos, todos sabíamos que yo La amaba, y queríamos ver qué hacía.

'¿Alguien de ustedes es Sejo?' nos preguntó. Me voltearon a ver, y con cierta incertidubre le dije que esa persona era yo. Me volteó a ver con esa misma hermosa sonrisa, y con esa mirada tan suya. 'Ya sabía que tenías que ser tú'. Me tendió sus manos, y las tomé. Nos miramos mutuamente a los ojos. Ella habló: 'Acabo de leer tu espacio. Muchas gracias por todo eso que me has escrito, realmente me hacen ver que tú eres quien siempre soñé. Te amo Sejo'. Aprovechándose de mi estupefacción, se paró en las puntas de sus pies, acercó su cara a la mía, y me besó rápidamente. Un segundo antes de eso creí que no podía estar más sorprendido, pero esa breve acción cambió totalmente mi parecer. Sonrojado, y sonriendo, le dije mientras Ella me miraba con expectación: 'Yo también te amo'.

Acercamos nuestros labios, los unimos, jugamos con ellos. Con los ojos cerrados, no podía creer eso que me estaba pasando. Mi interior deseaba estallar por tanta felicidad, mientras la abrazaba con fuerza y pasión.
De pronto, sentí que me desvanecía, todo perdía su estado onírico e iba captando la realidad cada vez más. No, no podía ser, era demasiado perfecto, tenía que ser real, 'por favor, no quiero despertar!'.

Abrí los ojos brevemente, y descubrí que no estaba soñando.

sasa

-Hola! No ocultaré tu nombre, y que sé diversas cosas sobre tí. Sé que no te interesa tener novio, y que ya hay una persona con un lugar muy especial en tu corazón. Solamente, me gustaría conocerte, y que me conozcas. Sería interesante; además, no estoy tan interesado en una relación tan baja como la de un 'noviazgo'.

-Tus palabras no me endulzan ni me atraen, y eso que ya dijiste, es lo que pienso. No encuentro razón para hablarte, conocerte, o perder mi tiempo en tí, si ya tengo claras mis prioridades. No me gustaría que me conocieras, porque entonces descubrirías que soy demasiado para ti, Sejo.

- Oh, que equivocada estás, entonces. Es cierto que me has hecho sentir cierto dolor en el corazón, y por esa razón, perderás el agrado que siento por ti. No cometeré el error de algunos de seguir amando sólo para dañarse. Puedo notar que una persona tan mala y vil como tú, no puede estar hecha para convivir y ser feliz conmigo. Te pierdes de mi grandeza y genialidad, después estarás deseando no haberme rechazado, y llorarás a mis pies pidiéndome una oportunidad. Ya después encontraré a alguien más.

- Jaja, interesante, pero falso razonamiento, Sejo. El que se está perdiendo de algo, eres tú, y lo sabes. No trates de parchar las heridas en tu orgullo con esos argumentos, por favor, porque tu me deseas con toda tu alma y corazón. He estado leyendo tu espacio. Además, y aunque te duela, yo soy la mujer que tanto deseas, 'Ella', como me llamas. Y me amas, y no puedes evitarlo de la forma en que dices, tú no puedes odiarme. El único que sale perjudicado es tu persona, tu ser, tu alma; únicamente por mi capricho de no querer estar con el hombre de mis sueños: Tú, Sejo.

martes, octubre 31

Saludos

Hace un tiempo, que no es prudente mencionar, Angel Caído decidió quitarse la máscara para que todo el mundo suiera quien era en verdad, para alimentar su propio ego o para evitarse eso de crear un "mito" destructible, eso solo el lo lo sabe. Pues sí, es Poncho. El texto de abajo es un cuento, que a mi parecer es el mejor que he leìdo de su producciòn. Espero no opaque mis deseos de ego creando más obras tan geniales...

El Hombre (de Poncho)

el hombre
(esta largo, lo se, pero porfacor, tomense la molestia de leerlo, a mi me gusto mucho)
Este era un hombre que caminaba por la banqueta de una calle, solía hacer lo mismo todos los días del año. Exceptuando, claro esta, los fines de semana, cuado visitaba a su familia, que vivía a las afueras de la ciudad. El hombre, que es la manera en que lo llamaré por respeto a su historia, de lunes a viernes vivía exactamente lo mismo: por la mañana iba a trabajar, tenía un trabajo cómodo y sin preocupaciones aparentes, aunque la verdad es que era él a quien no le preocupaba nada. Quienes decían conocerlo, aseguraban su homosexualidad e incluso inventaban historias grotescas de lo que según ellos, sucedía en el baño de hombres cuando él entraba. La verdad, es que nadie creía en esas historias, y sólo las utilizaban para reírse un rato y distraerse de la rutina. Misma cosa para la que les servía el hombre, porque para ser sinceros, nunca les importo. Este hecho, a las personas como ustedes seguramente les parecerá triste, pero para el hombre en cuestión, no era más que un detalle gracioso. Las cosas que le importaban eran otras, o mejor dicho era otra: amaba la rutina, le encantaba tener la oportunidad de hacer siempre lo mismo. Es más, y lo digo sin ganas de exagerar, todos los días que se despertaba, agradecía a dios una sola cosa: “mi monótona vida” como solía llamarle en sus rezos. Era fascinante la manera en que el hombre la llevaba a cabo, con una decisión y convencimiento dignos de cristo cuando adoctrinaba. Cada detalle, era repetido una y otra vez conforme pasaban los días, y la parcimonia con la que actuaba, causaba estrés en la gente que le rodeaba. Adjetivos para su manera de ser, pero sobre todo de estar, nunca faltaron, pero yo resumiré los que conozco en una frase que me gusta particularmente: “actuaba casi religiosamente”.
Después de ir al trabajo, repetía el menú que llevaba comiendo desde hacia varios años en la fonda que él mismo inauguró un martes a las 3 de la tarde para ser exactos. Antes de eso, he de mencionar que sufrió una gran perdida al enterarse que en el MC Donalds de junto cambiaron al joven que lo había despachado durante 10 años con 5 meses y 3 semanas para ser exacto. Este hecho, sin duda le causó un trauma, que le genero la necesidad de pedirle al dueño de la fonda que nunca, antes claro de su inevitable muerte, dejara de atender su negocio los días Lunes, martes, miércoles, jueves y viernes, como se lo repetía palabra por palabra después de el habitual: “buenas tardes señor, le pido que me sirva unas patatas frías en un plato de unicel con mucha, pero óigalo bien, mucha catsup y tanta mostaza como le quepa a una cucharada sopera del castillo de Versalles, de tomar, he de decirle que me gusta mucho la coca, aunque si no tiene una bien fría, le agradeceré un baso con agua”. El hombre que lo atendía, quien por cierto no era el dueño, no se atrevió nunca a decirle que aquel local no era una fonda, sino una tlapalería, y que lo que le daba de comer, no eran patatas, sino el lunch que le mandaba su mujer todos los días, mismo que el cambiaba por una sopa caliente llevada ala tlapalería por una chica con escotes dignos de hacer pecar de pensamiento, palabra obra u omisión hasta el mismísimo cardenal de la ciudad. Ya hablar de la cuchara del palacio de Versalles, me parecería una burla innecesaria hacia aquel hombre, y me limitare a decir que el empleado, nunca supo a que se refería con castillo. Como se darán cuenta, la vida del hombre no era muy dichosa, y debo aclarar en este punto de la historia, que no tenía ningún problema mental reconocido por la ciencia, y lo único que le pasaba es que, como se dice vulgarmente, el hombre tenía mal de amores.
Si, tal como lo acaban de leer, y no les extrañe que una persona tan rara como él, estuviera enamorado, porque todos tienen derecho, pero más bien el privilegió de estar enamorados. La duda, intentando adivinar lo que piensan, seria ¿de que clase de mujer (descartando la idea de su homosexualidad) se enamoraría un obsesivo de la rutina como el hombre. Algunos dirían en broma que se enamoro de robotina la de los supersónicos por aquello de la monotonía, pero la verdad es mucho más escalofriante para su suerte. Se enamoro de una trota mundos, de una chica que perdió a sus padres antes de acabar la universidad, y tan pronto como se acabo la herencia viajando por el mundo, sus amigos dicen que sentó cabeza y busco trabajo. Aunque ellos lo decían sarcásticamente, porque lo único que cambió en aquella joven que además era bella (a secas), es que ya no viajaba. Nunca encontró un trabajo formal (llamándole así a aquel del que puedes platicar con tu abuelita), aunque las ropas que usaba en verdad que eran serias. Utilizaba la lencería más fina y “sexy” que jamás un hombre habría soñado. En cuanto a su cuerpo, era apenas lo suficientemente lindo, para que aquellas prendas se vieran bien y le ayudaran un poco a provocar a los hombres. Digamos que ella, era apenas el maniquí que presumía por doquier los encajes de colores tan variados como los ojos de una mosca. Tenía clientes de todo tipo, pero principalmente hombres casados que quisieran “experimentar cosas nuevas” como decía en su eslogan publicitario. Debido a la dedicación que tenía para escoger a sus clientes, porque como toda buena vendedora de placer fingido nunca dejo que un hombre la escogiera sin antes ponerle el ojo, ganaba lo que necesitaba para vivir honradamente, y comprar la ropa que tanto éxito le traía. No dudo que si el hombre hubiese sabido que la chica de sus ojos se dedicaba al trabajo más añejo del mundo, alguna mueca de dolor aparecería en su rostro, pero el hombre era tan iluso para esas cosas, que jamás, ni aunque dios hubiera bajado a decírselo lo creería.
La conoció un día cuando se subía metro, después de comer, al dirigirse a su casa. La conmoción que le causo encontrarse con sus ojos, lo dejo perplejo por dos cosas: la primera la definió el como “el encuentro perfecto de un desconocido con su anhelo de toda la vida”, y la segunda, por el miedo que ese escape momentáneo de su rutina le causó. Para fortuna de esta historia, el hombre, durante los próximos 3 días, encontró a la misma mujer en el mismo tren del metro que día a día lo llevaba a su casa. Por supuesto que la mujer, nunca lo volvió a mirar, y nunca iba a recordar ese momento que tal vez el hombre invento, de verse mutuamente a los ojos. El hombre, que no tenía muchas cosas en que pensar, decidió hacerle un espacio en su cabeza, después en su corazón, pero lo mas importante: en su rutina, y decidió esperarla cada día al subirse al metro.
Desgraciadamente, como se podrán imaginar, la mujer no tenía clientes de a diario, ni siquiera, de los días Lunes, martes, miércoles, jueves y viernes como solía decir el hombre. Ni modo, pero hemos dicho que eran sus clientes, no sus esposos, y esa coincidencia que duró tres días tan sólo se debía a un joven esposo que estaba a punto de cambiarse de ciudad y quería llevarse un buen recuerdo de la joven maravillas (como groseramente la llamaba). Pero el esposo se fue, y dejo al hombre sin la posibilidad de ver a la chica de sus sueños. Él, había decidió esperarla, y no pensaba cambiar su rutina de nuevo. Ahora, todos los días, volteaba a ver al subirse al metro, rumbo a los tres lados en que la había visto durante los tres días más infelices de su vida como solía recordarlos antes de dormirse. Por si las dudas, a demás de ver los 3 lados, decidía voltear a uno nuevo. Comenzó con los asientos, pero el tiempo fue pasando, y terminó por conocer el vagón en toda su extensión, cuando algún joven maldoso rayaba o pintaba el vagón, el hombre no hacía más que estremecerse imaginando lo peor: aquel no era su vagón. Así pasó el tiempo, su rutina era repetida cada vez con más lentitud pero mayor exactitud. Los otros vagones fueron cambiados por unos más nuevos, pero este, siguió siendo el mismo.
Aproximadamente unas 100 veces para no exagerar, la gente comió sus doce uvas y pidió sus 12 deseos, celebración de la que obviamente el hombre estaba en contra por sus firmes creencias en la constancia, cuando algo magnificó sucedió. Él, a su edad, difícilmente podía sostenerse, y la gente, como suele ser de bondadosa, le cedía el lugar desde hace más de medio siglo. Junto a él, dejaba su sombrero con el pretexto de esperar a alguien. Esto como se podrán imaginar, les molestaba a los demás humanos que viajaban en el vagón, y le veían con ojos de lástima y enojo cada vez que el hombre rechazaba ceder el lugar que estaba a su lado. Entonces, sucedió lo increíble, una estación antes de que el hombre bajara a su casa, la chica que alguna vez vio, pero de la que sólo quedaba el recuerdo de sus ojos, subió al metro. Con sus pasos de mujer madura, pero nunca avejentada ni sus dotes de hermosura olvidados, traspasó el santuario de aquel hombre hasta que se puso frente a él. No le dijó nada, y aunque la voz le temblara, juntó el valor acumulado durante toda su vida y le dijo, “he apartado este lugar para usted”. La mujer lo miró como tratando de decirle algo y finalmente articuló: “muchas gracias, pero he de aceptar que prefiero el lugar donde usted esta sentado, haga el favor de retirarse de ahí y dejar que alguien más se siente donde esta su sombrero”. En ese mismo instante el hombre murió, pero no de viejo, ni de desamor, murió por la impresión que aquel momento le causó a su “monótona vida”.

lunes, octubre 30

Atenzzione

El Abuelo, en un momento de su historia, decidió, por azar o por destino, escribir algunas historias y/o relatos, o alguna cosa de esas que se puede crear con un diccionario en la mano. Presento los dos escritos que más me gustaron de él. Al igual que ángel caído se han unido a este pequeño espacio "literario". Espero, o tal vez deseo, que alguien o algo escriba o por lo menos logre transmitir sus ideas. Saludos a todos...